martes, 24 de marzo de 2009

Miradas



Una de las ventajas de tener la oficina en la vega es que un par de mochuelos te den la bienvenida bajo su mirada atenta. Parece que se preguntasen ¿Que hace este "pringao" aquí tan temprano?.
Esos ojos que devoran el amanecer, esconden un propósito que Ciempies persigue con todas sus actividades: educar la mirada. Mirar para ver; mirar para investigar; mirar para sorprenderse. No es una pretensión sencilla y por ello resulta apasionante.
Las cosas son precisamente así por algo, no esconden capricho,ni magias, ni dioses; son el reflejo del tiempo, el azar, y el entorno cambiante al que nos vemos abocados a adaptarnos. Que la mirada encuentre sorpresas en lo cotidiano, en esta sociedad saturada de estimulos, nos facilita el identificarnos con nuestro entorno inmediato. La curiosidad como motor de pupilas inquietas por descubrir sin prisas, sin ritmos estereotipados, sin lentes que enfoquen la dirección o la distancia del horizonte.

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