domingo, 22 de marzo de 2009

Quien a buen árbol se arrima ...



El destino, norte de una brújula imantada de deseos, esfuerzos y azares, nos condujo hace una década al Cortijo del Pino. Desde el comienzo, cuando esta empresa no era aun ni un sofrito mal meneao, la familia López Roldán nos cedió un rincón de su casa y de su corazón. Las limonadas, mantecados y la jalea de membrillo de Virginia nos ayudaron a tragar incertidumbres.
Hoy, cuando ciempies se ha convertido en un potaje al que le faltan muchos hervores, un delicioso bizcocho de nueces y pasas de la cocina del Pino nos recuerda que "quien a buen árbol se arrima ..."

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