sábado, 8 de agosto de 2009

Juegos de palmas.

Se propaga como la mecha de un ciquitraque. Explota un petardo y la traca ya no hay quien la detenga. Algo así ocurre cuando dos niños se ponen frente a frente y hacen chocar las palmas de las manos al ritmo de una cancioncilla. Tenemos debilidad por este tipo de juegos infantiles que forman parte del acervo cultural, de las tradiciones orales que se transmiten generación tras generación. Otras virtudes: desarrollo psicomotriz, ritmo, cooperación y el avance hacia objetivos propios de la coeducación.

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