miércoles, 11 de febrero de 2015

Ruta Cueva del Agua - Cruz de Viznar.


Una solitaria cruz, que corona el Collado de Víznar, y una cueva moldeada por el agua, dan nombre a este sendero con vistas a los recortados valles de la Sierra de Huetor y con espléndidas panorámicas de la Vega de Granada y Sierra Nevada.

Desde Viznar y disfrutando del sol matinal de febrero, caminamos hasta el Área Recreativa de Puerto Lobo.

Seguimos la pista forestal de la Alfaguara dejando a la derecha el ascenso entre pinares del Barranco de la Umbría. También ignoramos a la izquierda la senda de la Cueva del Gato.

Seguimos ascendiendo hasta el Mirador de Viznar, donde descansamos contemplando el precioso Valle del Darro.


Es como un collage: con papeles de distintas texturas recortamos perfiles serranos y los superponemos unos sobre otros; y al fondo, alzándose hasta alcanzar las nubes bajas, el deslumbrante perfil de Sierra Nevada. El sol, aún recostado hacia el Este, pretende, sin éxito, que apartemos nuestra mirada admirada.

Ahora vamos penetrando la umbría de la sierra y la nieve hace su aparición. Cruje bajo nuestros pies y transforma el paisaje. Siguiendo esta pista forestal nos encontramos a la derecha con la senda que en suave pendiente nos conduce a la Cueva del Agua entre encinas, enebros, rascaviejas y quejigos.

La nieve es siempre compañera.




Situada en las entrañas del Collado del Agua, a 1.400 metros sobre el nivel del mar, la gruta se esconde al fondo de un estrecho pasillo natural excavado en la roca. Debió ser un rincón precioso, pero la estupidez lo ha privado de las estalactitas y estalagmitas talladas con infinita paciencia por el agua.

Bajamos por el Collado de la Rata dejando la Cruz de los Maestros a nuestra derecha. Nunca tenemos tiempo de buscarla por lo que por ahora sigue siendo un misterio. Podemos contemplar algunos pinsapos.






La llegada al cruce de caminos del Collado de Víznar se agradece tras el esfuerzo realizado. Nos recibe un sol de mediodía y en pocos metros pasamos del invierno a la primavera.

Desde, con la Cruz de Viznar a nuestra espalda,  realizamos un pronunciado descenso por la solana, a lo largo del cual la senda se ha estrechado y discurre bordeando un roquedo dolomítico. La senda termina en Puerto Lobo; ya sólo resta regresar a Viznar.

Y hoy comeremos: judías blancas con sepia.

Cocemos las judías blancas (las hemos dejado en remojo toda la noche) con sal, laurel, un pimiento colorado seco y unos dientes de ajo machados. Por otro lado hacemos un sofrito con ajo, cebolleta, pimiento verde y champiñones. Cuando esta pochadito se añade la sepia troceada y se le da un mareillo. Ya solo resta añadir el sofrito a las judías y dar un hervor. 

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