domingo, 17 de enero de 2016

Comida de inicio de año.

Hoy Ciempiés se ha reunido para celebrar el inicio de año, al tiempo que festejaba los 18 años de la cooperativa.

Nos juntamos en el local de la asociación "Donde comen los cocos". Esta asociación surge como iniciativa de un grupo de familias que promueven una alimentación sana. Se han organizado para crear un espacio en el que se pueda comer comida casera, cocinada en el día, con productos locales, de temporada, y siempre que sea posible, ecológicos. Les damos las gracias por su acogida.

Agradecemos de corazón la asistencia de todos los que habéis compartido el arroz hecho por Oscar y el resto de delicias traídas por unos y por otras. Incluso un Plastichín, que nos ha acompañado en muchos de nuestros pasos, ha aparecido decorando una empanada. Y un Ciempiés de chucherías a puesto el toque dulce e infantil a esta reunión de niñópatas.

Cada uno de nosotros definió su paso por la empresa con una palabra. Dijimos: ritmo, emoción, unión, cercanía, aprendizaje, diversión, compañeros, amistad, vida, correillo, aventura, sorpresa, seguridad, tachan, familia, crecimiento, vocación, creatividad y descendencia. Bonitas palabras.

La sobremesa ha sido muy divertida; aunque trabajamos educación en valores, en ocasiones nos relajamos y ponemos un sano contrapunto negro. Crímenes y convivencia con lobos. Nos hemos matado con los Hombres Lobo de Castronegro y reido con las Black Stories.

Y brindamos por los 18 años de Ciempiés, destacando el esfuerzo como abracadabra que nos ha abierto horizontes, el esfuerzo de quien cree y crece con lo que hace, el esfuerzo que sale del corazón y de las tripas, el esfuerzo que hoy día es una palabra en desuso.

Cuando se cumple la mayoría de edad pasamos a ser responsables de nuestros propios actos. Ciempiés no ha tenido un plazo tan largo para adquirir esa cualidad; desde el primer paso que dio, siendo solo un bebe, ya se responsabilizó de todo lo que emprendía.

Fimalmente destacar que aunque nos acerquemos a la veintena, ni la empresa debe olvidarse de su esencia creativa, ni nosotros de que hemos sido niños y niñas. Siguiendo esa linea de pensamiento regalamos a los asistentes El Principito.

Desde aquí queremos brindar también por la barriga de Noe y por el bebe de Ana.

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