jueves, 20 de octubre de 2016

La vereda de los franceses.

En esta ruta caminamos por el Cerro del Sol, en la Dehesa del Generalife, pulmón de la ciudad de Granada que fue declarado en 1995 Parque Periurbano. Tiene una superficie de 450 hectáreas que rodean al Conjunto Monumental de la Alhambra. Además, recorreremos el Valle del Oro y la popular senda de la Fuente de la Bicha.

Comenzamos en Plaza Nueva y, por el siempre mágico bosque de la Alhambra, llegamos hasta el Camino Primitivo que nos alzará hasta el comienzo de la vereda de los franceses.

Tomamos el comienzo de esta vereda para, pronto, desviarnos a la izquierda por una ancha senda que nos sube al Llano de la Perdiz; y el característico cacareo de estos pájaros nos acompaña durante la subida. Una vez arriba, por un caminillo entre pinos que van dejando paso a chaparros, coscojas y un variado plantel de matorrales mediterráneos.

Llegamos así al Mirador del Cerro del Sol; aproximamos nuestras botas a una piedra que debe ser tocada por cualquier senderista granadino que se precie. Algunos retorcidos troncos negros como el azabache nos recuerdan su destructivo encuentro con el fuego.




Desandamos nuestro pasos y por la solana de este cerro, a veces junto a pinares, a veces rozando matas de esparto, iremos bajando hasta tomar la Vereda de los Franceses. Esta bajada transcurre entre jaras, tomillos y espartos y tiene unas bonitas panorámicas del Genil y Sierra Nevada. Llegamos al Valle del Oro, donde nos encontramos con cuevas, perforaciones, lavaderos, puentes y antiguas edificaciones de una explotación minera francesa destinada a la extracción de oro.

Llegamos hasta Lancha de Cenes pasando por su iglesia dedicada a la Virgen de Fátima. Desde allí nos dirigimos al Genil pasando junto a la Acequia Gorda. Regresamos a Granada por el entrañable camino de la Bicha.

Granada, a través de su historia, ha vivido su particular febrícula del oro. En río Darro, (que recibe su nombre de Dauro ‘’que da oro’’), hasta los años 60, ha sido visitado por buscadores de oro que intentaban extraerlo por el sistema de bateo.

Ya desde época romana existía una explotación de Oro en la Lancha de Cenes. Para explotarlo los romanos hacían una serie de pozos y galerías que llenaban de agua a presión, procedente del río Aguasblancas, para ir desmoronando la montaña ("ruina montium"). Limpiando los escombros a través de sistemas de filtración, extraían el mineral.

La explotación continuó durante el periodo musulmán. Según recogen "los cronicones", para el reino nazarí de Granada trabajaban más de 500 esclavos en la zona de la Lancha del Genil extrayendo oro.

Tras un largo periodo de inactividad, la mina de la Lancha del Genil volvió a una nueva fase de explotación en 1875, cuando Jean Baptiste Michel Adolphe Goupil, un acaudalado industrial francés, adquirió la concesión de la zona a La Sociedad Aurífera de los Terrenos de España.

El agua era conducida a través de un nuevo canal, hoy conocido como el Canal de los Franceses. La extracción de oro en el cerro del Sol duraría hasta 1877, al liberalizarse el precio del oro en el mercado internacional y por causa de la falta de agua para la factoría. Fue un sueño dorado pero breve.

1 comentario:

Loli Rus dijo...

Qué buena información, como siempre, de la Vereda de los franceses y los orígenes del nombre del río Darro. César, yo sí leo los textos q. escribes...jejejeje...Un abrazo