Salir volando.

Hoy estuvimos realizando la actividad "El mundo en cuentos". Consiste en el desarrollo de un cuento y un posterior taller para la elaboración de un marca-páginas con forma de pájaro.

Y es que resulta, que el cuenta-cuentos que se expande alocadamente al salir del libro en el que vive, esta obsesionado con las historias en las que sus protagonistas son pájaros; está totalmente convencido de que el resultado de estas lecturas será que adquirirá la capacidad de volar.

Tuvo un punto especial por que el futuro bebé de Tere participó en cierto modo en la actividad.

Pero en esta ocasión una parte del público no nos lo puso muy fácil. Muy charlatanes, pelín mal educados y consentidos; es cierto que eran niños de siete y ocho años, pero eso no los exime de empezar a saber comportarse. Tal vez estamos potenciando el que todo vale, que todo está justificado, que todo es gratuito, que las cosas no hay que ganarselas, que la palabra "no" desaparezca de nuestro vocabulario de padres y madres.

Pero los cuenta-cuentos, como los payasos, son muy pacientes, saben darle vueltas a las circunstancias para intentar ponerlas a su favor y sobre todo no pierden la compostura. Pero tal vez en ocasiones, bajo la sonrisa, en el interlineado de la narración, piensan: no sería más educativo dejar de hablar y salir volando.

Pero volar es cosa de pájaros y de lectores avanzados.