domingo, 15 de enero de 2017

Grupo de Senderismo Ciempiés.


Este sábado hemos realizado la última ruta del grupo de Senderismo Casa de Porras (pincha aquí). Esta institución cultural cierra sus puertas inexplicablemente hasta el curso que viene por falta de previsión y por una incorrecta gestión administrativa por parte de la Universidad. Pero esos son otros caminos por los que no andamos. Eso si, el grupo continuará descubriendo los maravillosos entornos de Granada bajo otra denominación, grupo de Senderismo Ciempiés.

A través de este sendero circular de unos 12 kilómetros, nos adentramos en un entorno natural único por el municipio de Villamena en el entorno de Conchar. Está muy bien señalizado.

Comenzamos la ruta en el "Mirador del Atajo" situado un poco antes del bonito pueblo de Conchar. Tras caminar unos metros por la carretera en en dirección norte, tomamos un carril a la derecha hacia el Mirador del Baño. A nuestros pies el barranco del río Durcal.

Iniciamos el descenso a este río por un camino bastante empinado. Lo cruzamos por un puente de tablas que nos conduce entre un espeso cañaveral a una pista asfaltada. Ascendemos hacia el pueblo de Durcal para llegar a los Baños Grandes de Urquizar. Comprobamos la temperatura cálida del agua.

Retornamos a la pista caminando ahora hacia bajo, contemplando los travertinos, roca sedimentaria de origen parcialmente biogénico, formada por depósitos de carbonato de calcio, hasta llegar a los Baños Chicos de Urquizar. En las zonas de nacimiento de estas aguas calientes, el vapor se enreda entre los culantrillos.



Desde aquí podríamos desviarnos unos metros para contemplar la espectacular cascada del arroyo del Alcazar y la junta de los ríos, pero el puente sobre el río se lo llevó una crecida. Como no vamos a mojarnos los pies con las frías aguas durcalenses, seguimos el trazado de la ruta.

Pasamos ahora entre el río y la abrupta ladera, por un camino que se complica de vez en vez por sus estrecheces o por tener que alzar bastante la pata.

Al comienzo del mismo podemos contemplar la cascada antes citada. A nuestra izquierda el río Durcal se esconde entre la vegetación de ribera. Llegamos así a una pista ancha que nos conduciría a Durcal bajo el puente de la autovía. Pero nos desviamos hacia la Antigua fábrica de la luz.

Dejando atrás esta y continuando en dirección a Cozvíjar siguiendo ahora el trazado del río de la Laguna procedente de las zonas húmedas del Padul y en un puente de mampostería que lo cruza, nos detenemos a reponer fuerzas.


Seguimos por un sendero dejando a tras molinos molidos por el abandono. Vamos subiendo hasta alcanzar la Acequia Real de Cónchar de época nazarí. Seguimos su curso, un rato por la propia acequia y posteriormente por el linde de un pinar. Tras cruzar zonas de almendros, que crecen en suelos duros y pedregosos, avanzamos hasta los viñedos del Señorío de Nevada. Dejamos las vides podadas a la derecha y atendemos a la precaución de no acercarnos a unas colmenas que vemos a la izquierda.

Bajamos así a la Rambla de Cijancos, punto desde el que nos podemos desviar unos metros para ver el Nacimiento del Arroyo del Alcazar.

Continuamos hasta coronar el punto más alto de nuestro recorrido, la Atalaya de Cónchar (785 m.) desde el que podemos divisar unas bonitas vistas de gran parte del Valle de Lecrín. También vemos en los cerros fronteros la Atalaya del Marchal. La subida a esta torre de vigilancia entre romeros y espartos se hace pelín dura.

Dejando atrás ésta bajamos y tras cruzar la carretera de Cónchar y pasar por La Era Grande donde antaño trillarían los trigos, llegamos a la Rambla del Barranco del Agua que nos llevará hasta el Mirador del Concejo, situado en la parte alta de Cónchar.


Adentrándonos en el núcleo urbano por la calle Portichuelo nos dirigimos al Mirador del Río; damos la vuelta pasando por la Vega donde podemos ver las fincas abancaladas de naranjos, limoneros y granados.

Rodeamos el entorno de Conchar visitando sus numerosas surgencias de agua: la fuente de la Rata, del Lino, la Fuente que se Rie y ya en el pueblo, la fuente Palomares.

También pasamos por la Plaza de la Iglesia de San Pedro (siglo XVII) y ya solo resta atravesar el pueblo hasta el Mirador del Atajo.

Una ruta bonita para cerrar una etapa y abrir otra. Es propio de senderistas finalizar un camino y sentir curiosidad por los aún no explorados.

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