miércoles, 18 de enero de 2017

La ermita del Belloto.


También podríamos llamarla ruta de la Ermita del Almecí, pero en honor a las grandes encinas de dulces bellotas que lucen años en sus proximidades, lo consideramos un título correcto. Y además, el que escribe esto es extremeño, bellotero a mucha honra.

Una mañana muy fría y despejada, un frío seco muy granadino del que escapamos poniendo refajo sobre refajo. Una mañana en la que caminamos de Granada a Dudar con un paso muy vivo; como dice el senderista de Salobreña, "parece que vamos apulgaraos".


Desde Plaza Nueva, uno de los lugares más fresquitos de nuestra ciudad, nos dirigimos por el Paseo de los Tristes hasta la Cuesta del Chapiz.

Y como estamos enchufados por Joselillo, atravesamos por el Ave María Casa Madre, un cole integrado en este barrio y en el Valle de Valparaiso hacia el que mira.

Llegamos así al Camino del Sacromonte, que nos conducirá entre pitas, cuevas, chumberas y huertas con habas vencidas por el frío al antiguo Camino de Beas. Dejamos atrás la Ermita de San Cecilio a los pies de la Abadía del Sacromonte.


Nos adentraremos en Valparaiso para caminar entre el Darro y una acequia que le hurta parte de sus aguas. Y en el puente que lo cruza nos hacemos la foto de rigor.

Ahora, buscando un sol perezoso a la hora de templar el ambiente, pasamos por un olivar que nos guía hasta llegar a Jesus del Valle. El suelo esta helado, notando su áspera textura bajo las botas. Los pocos charcos congelados crujen al ser atravesados por los bastones.

Este antiguo cortijo de los jesuitas está gravemente herido de abandonos a pesar de su declaración como Bien de Interés Cultural. El tiempo no ha pasado bien por sus muros y tejados. Su arquitectura responde a la propia de las grandes explotaciones agropecuarias de los jesuitas en Andalucía, según el modelo de factoría agrícola.

Desde aquí subimos, a un ritmo de escándalo, hasta los Arquillos, un antiguo acueducto que conducía el agua del río Aguas Blancas a la vertiente del Genil en un intento de aliviar la fiebre del oro granadina.

Tomamos la vía pecuaria del Barranco del Abogado. Al pasar una curva en ascenso, tomamos una pista a nuestra izquierda. Después de pasar varias barranqueras, donde destaca el amarillo de las aulagas, llegamos a un cortijo con más de cien años, el Cortijo de Belén (1882). Toda esta zona está poblada por numerosas encinas y almeces.

Seguimos nuestro camino hasta la Ermita del Almecí donde el día de Todos los Santos, se celebra la Romería del Santo Almecí.


El cielo, ahora nublado, esta tomando un peligroso color "panza de burro". Foto y para delante.


Proseguimos hasta desembocar por otra cancela en el carril de Dudar, tomándolo a nuestra izquierda para iniciar el camino de bajada hacia este pueblo. Pasaremos junto a uno de los restos más espectaculares que quedan en pie del famoso Canal de los Franceses. La bajada hasta el pueblo tiene tramos bastante pendientes pero el buen firme de la pista facilita el descenso.

Desde aquí, en la linea de bus metropolitano, regresamos a Granada una hora antes del tiempo previsto. ¡Qué campeones y campeonas!

1 comentario:

Loli Rus dijo...

Pues sí, un día fresquito pero muy abrigados, cogimos un ritmo rápido...tanto que llegamos una hora antes al destino-Dúdar- para coger el bus...jejejejeje
Muy agradable el sendero, y por una vez , todo el grupo unido y sin separaciones.
A los dos siguientes, no puedo ir...(si tuviera emoticonos pondría una lagrimilla) pero os deseo que los disfrutéis mucho. Un abrazo Loli Rus