miércoles, 11 de octubre de 2017

La fiebre del oro granadina


En esta ruta paseamos por el Parque Periurbano Dehesa del Generalife. Este pulmón de la ciudad de Granada fue declarado en 1995 Parque Periurbano con una superficie de 450 hectáreas que rodean al Conjunto Monumental de la Alhambra.

Y pasaremos por el valle labrado por la erosión artificial del yacimiento del Cerro del Sol, lugar donde existió una factoría para la obtención del oro de origen aluvial. Caminaremos sobre el recuerdo de la peculiar fiebre del oro granadina, por unos parajes propios de las películas del oeste. Hasta los años 60 podíamos ver gente con el pantalón arremangado buscando pepitas de oro en el Darro.


Comenzamos en Plaza Nueva, unos 60 senderistas que se dividen en dos grupos. Unos toman la mal llamada Cuesta de los Chinos, cuyo nombre "real" es del Rey Chico, hasta llegar a la Alhambra, pasando bajo el acueducto de la acequia Real. Desde alli seguimos subiendo hasta llegar al camino Primitivo también llamado vereda del Barranco del Abogado que nos alzará hasta el Llano de la Perdiz. Pasamos por el Aljibe de la Lluvia y junto al famoso reloj de sol del Llano


Los demás senderistas subieron al cementerio por el Bosque de la Alhambra y accedieron directamente a la Vereda de los Franceses desde el final del camino Primitivo.

Rodearemos la cota más alta de esta meseta. Comenzamos caminando hacia el Oeste, con la solana a la derecha, y retornamos hacia el Este con la umbría y el Valle del Darro a la derecha. La vegetación esta sedienta y parece enrocarse sobre si misma en un intento de resguardar su escasa humedad. Donde realizamos el giro hay un bonito mirador hacia Sierra Nevada. Una piedra nos recuerda que estamos en el Cerro del Sol (aunque la constancia de los rayos del mismísimo astro rey lo hace innecesario) y en otras compañeras encontramos grabadas lemas a favor del cuidado de la naturaleza.


Por la solana, a veces junto a pinares, a veces rozando las matas de esparto, iremos bajando hasta tomar la Vereda de los Franceses. Esta vereda transcurre entre jaras, tomillos y espartos y tiene unas bonitas panorámicas del Genil y Sierra Nevada. Pasamos dos pequeños puentes de piedra, antiguos acueductos de las barranqueras del Olivar.


Llegamos al Valle del Oro, donde nos encontramos con cuevas, perforaciones, lavaderos, puentes y antiguas edificaciones de una explotación minera francesa de finales del siglo XIX, destinada a la extracción de oro. Pero ya los romanos tenían esta dedicación, explotando la zona mediante un sistema denominado "ruina montium", donde grandes chorros de agua descarnaban los cerros arcillosos provocando su derrumbe, para luego poder filtrar las pepitas de oro de entre la masa de derrumbe obtenido.


Bajamos hasta Lancha de Cenes pasando por su iglesia dedicada a la Virgen de Fátima. Nos acercamos con respeto al esqueleto de una fábrica de lavado de oro, construida hace más de un siglo y casi derruida por el paso del tiempo y los saqueos. Entre sus muros se esconde el fantasma del olvidado legado minero del Hoyo de la Campana, en Lancha del Genil.


Desde allí nos dirigimos al Genil, pasando junto a la Acequia Gorda. Regresamos a Granada por el entrañable camino de la fuente de la Bicha.

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