miércoles, 30 de mayo de 2018

De Tarasca en los Cahorros


El Miércoles de Tarasca nos vamos de senderismo a los Cahorros de Monachil. Si este dragón se sacudiese al maniquí de sus espaldas y buscase un lugar donde refugiarse, sin lugar a dudas el cañón de los Cahorros sería un buen destino; un lugar de fábula.

La penúltima ruta de la temporada la hemos realizado por el Río Monachil a su paso por Los Cahorros. Nos dejamos seducir por su transcurrir encajonado a través de un impresionante valle dentro del Parque Natural de Sierra de Nevada.


Los “cahorros” hacen referencia a las zanjas excavadas por el agua que baja torrencialmente por las laderas muy pendientes de este cañón.  Disfrutamos del paisaje y, como no, nos convertimos en intrépidos exploradores que no temen a las angosturas no a  los cimbreantes puentes colgantes.

El cañón de Los Cahorros es uno de los mayores atractivos del municipio de Monachil. Es una zona de media montaña de materiales calizos y dolomíticos, lo que da lugar a formaciones abruptas y muy erosionables denominadas ruiniformes.

Lo más típico del recorrido es el puente colgante de 63 metros de longitud y cien años de antigüedad.


Partimos andando desde el pueblo hasta los Cahorros Altos; contemplamos el paisaje desde unas eras que añoran al trillo preguntándose ¿quien separa ahora el trigo de la paja?

Desde allí caminamos a media ladera dejando el cañón bajo nuestros pies. Nos situamos a la altura de los acrobáticos vuelos de las chovas piquirrojas. Iremos bajando hacia el río hasta cruzarlo en el paraje de las Azuelas donde nos damos un respiro.


Luego nos adentramos en el cañón de Los Cahorros, disfrutando de los espectaculares tajos verticales, los estrechos pasos de piedra, la riqueza ecológica del entorno, de la Cueva de las Palomas y del caudaloso río.

Hay momentos en los cuales el trayecto se vuelve entre divertido y complicado; de vez en cuando hay unas anillas en las paredes donde nos sujetaremos para hacer frente a lo estrecho del sendero. Tendremos que ir a gatas o arrastrar el trasero.


Llegamos hasta los Cahorros Bajos realizando el resto del trayecto junto al río hasta encontrarnos en la Central Eléctrica del Tranvía.  Ya solo resta un corto camino hasta el pueblo.

Hoy marinamos el senderismo con una clase de flexibilidad. Enhorabuena por vuestro estado físico.

3 comentarios:

Loli Rus dijo...

Impresionantes los Cahorros y magnífico el texto con que describes el sendero, César,
me encanta!!!
Para mí el día de hoy, ha sido el broche de oro para un año de senderismo con muchas faltas, debidas a las piedras q. te pone el camino d la vida. Tampoco puedo estar en el último, por lo que quiero q estas palabras sirvan de despedida hasta el próximo curso. Dar las gracias a aquellos que lo hacéis posible( Juan, César...) y desearos a todos un feliz verano.
Un fuerte abrazo a toda la familia senderista. Loli Rus Joyas

Anónimo dijo...

Si algo imprescindible deriva del senderismo es caminar junto a gente tan apañada como tu.

Cesar.

Dolores F. Rus Joyas dijo...

Gracias César...es que hay que quererte...Besitossss