miércoles, 9 de mayo de 2018

El Robledal de la Sierra de Alhama.


El recorrido empieza en el área recreativa del Robledal  del Parque Natural de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.  Se trata de una extensa área con barbacoas y fuentes de agua. Es el lugar de inicio del interesante sendero que asciende hasta la altura máxima de Sierra Tejeda, conocida como La Maroma (2.065 m).

Para llegar al área recreativa debemos seguir las indicaciones hacia Alhama de Granada y de allí a los Caños de la Alcaicería. Desde la Alcaicería tomaremos el carril terrizo que sale a nuestra derecha, encontrándonos indicadores en cada cruce que nos muestran la dirección a seguir hasta llegar al Robledal.


El panel de inicio de ruta es el mismo que nos conduce a la Maroma. Allí, bajo los pinos resineros,  Juan, nuestro guía y maestro, nos hace una introducción de estos parajes.

Ascendemos levemente entre cedros y pinos, hasta llegar a un cruce, en el que un cartel de madera nos indica hacia la izquierda el camino de subida a la Maroma, y al frente señaliza hacia los Barracones. Por el camino nos sorprenden las flores amarillas de los rascaviejas, los gamónes y las peonías. Pasamos junto a algunos tejos. Poco a poco las coníferas van mezclándose con encinas y robles.

En este punto, un grupo toma una vereda ancha que nos conduce a los Barracones. El resto da una vuelta ascendiendo hacia la Maroma. Poco a poco la vereda, que en un principio es ancha, se va estrechando, y al rato, aparece un desvío hacia la derecha que baja hasta los Barracones.

Estas casas, donde paramos a reponer fuerzas, eran los antiguos alojamientos de los resineros.


Para regresar caminamos a una zona en que el carril que discurría derecho hacia Los Barracones, gira hacia la derecha y se abre a nuestro frente un pequeño prado. Allí encontraremos una senda, que discurre paralela a una antigua acequia y al Arroyo de los Presillejos, que nos llevará hasta el Robledal de nuevo.


Cuando llegamos al área recreativa tenemos la fortuna de charlas con un resinero que nos explica el arte de su oficio.

Ya solo queda sentarse en las mesas y disfrutar de las viandas y las conversaciones compartidas.

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