miércoles, 20 de febrero de 2019

En el teatro de Armilla con la OMIC.


Hoy nuestras marionetas se pusieron un poco nerviosas; acostumbradas a sitios más pequeños y humildes, este gran teatro les asustó un poco.

Óscar las reunió a todas (bruja, niña, mujer, hombre, rata, mosca, gato y ogro) y puso un poco de orden. El público se estaba sentando y allí, todas apelotonadas hablaban sin parar.

"¿Yo cuando salgo?" "¿Qué pone aquí?"  "Yo esto no lo decía" "Que telón está detrás mía" "¿Qué música suena cuando yo salgo?" "¡Qué esa voz es la mía!" "En este punto, ¿es el rugido, el sonido del estomago y los eructos o el efecto especial de caída en el pozo?" "¿Pero yo salgo en este cuento?" ¿Qué tengo que cantar ópera y rapear?" ¡Socorrooooooo!

Pero rápidamente se tranquilizaron;  la representación era novedosa y adaptada a una circunstancia muy particular pero estaban en buenas manos. Y el cuentacuentos que está ahí fuera ya se las apañará.



Y todo funcionó perfectamente. "El pozo y el Ogro" se convirtió en un cuento divertido que ponía el acento en la necesidad de consumir con responsabilidad, de olvidar el pegadizo estribillo de "compra y tira". Festejábamos así los 25 años de la Oficina Municipal de Información al Consumidor de Armilla.

Los cerca de doscientos niños allí sentados de 5º de educación primaria del los coles Tierno Galván, San Miguel y Miguel de Cervantes, siguieron con atención y participativos el devenir de esta sencilla historia.

Agradecemos a David, Fátima y Pedro la confianza que han depositado en nuestras marionetas.

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