miércoles, 18 de diciembre de 2019

Ruta 12. El Gollizno del río Velillos.


Esta preciosa ruta que caminaremos transcurre por las Sierras de Moclín y del Marqués, por sus pasillos montañosos labrados por el río Frailes o Velillos, por sus valles donde irrumpen masas calizas erosionadas caprichosamente por el agua. Esta ruta se conoce como de la Hoz del río Velillos o del Gollizno, que significa estrechamiento de un paraje natural.


Hoy la niebla encajonada en las depresiones regalaba al paisaje un carácter mágico. Y nos acompañó ese sol agradecido que precede y antecede a los chubascos.



En estos parajes, denominados la última frontera del reino nazarí o el granero de Granada, las tierras de labor, tan antiguas como sus centenarios olivos, se alternan con pinares de repoblación y manchas de bosque mediterráneo. La vegetación de ribera se encajona entorno al río siempre turbio y las rupícolas se agarran a las rocas de las abruptas laderas. Aparecen cuevas por todas partes en cuyos salientes uno puede imaginar a sus antiguos habitantes asomándose al valle.


Caminamos veredas que han sido trazadas desde antaño por el paso de diferentes culturas; han dejado su impronta en los numerosos yacimientos arqueológicos que pueblan su geografía. La Prehistoria nos dejó “El Santuario Andaluz del Neolítico” (Cueva de Malalmuerzo) y numerosas pinturas rupestres repartidas en las cavidades y abrigos de sus sierras.

El recorrido lo realizaremos en el sentido más favorable para los "cuestofobos". Trazamos la ruta desde Mocclín a Olivares.


Comenzamos en el precioso pueblo de Moclín; Primero visitamos unas trincheras de la Guerra Civil con vistas hacia Tozar. Luego pasamos junto a la Iglesia, el Castillo y el Posito del Pan y nos dirigimos hacia la ermita de San Antón.


Ahí tomamos la vereda que nos llevará hasta la Fuente Corcuela. Pero antes nos desviamos a un bonito mirador natural hacia el Velillos y el Castillo. Desde sus murallas nos contempla un enorme macho de cabra montesa.




Pasamos por la cueva o abrigo de la Araña, donde contemplamos pinturas rupestres esquemáticas de cabras y sus cazadores. Sobrecoge pensar la de mies de años que esos pigmentos han resistido al paso del tiempo.



Desde allí nos encaminamos al río Velillos, a la conocida vereda del Gollizno. Nos adentramos en los "Tajos de la Hoz", garganta natural excavada por el constante fluir de las aguas. Pasamos por la presa y el puente colgante.



Seguimos descendiendo por este valle hasta llegar a la central hidroeléctrica de La Poza. Un poco más adelante nos encontraremos con el pueblo de Olivares.

37 senderistas, 8,5 kilómetros recorridos, 153,5 Km acumulados. 

Feliz Navidad y el deseo de grandes pasos en el 2020.

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