
Dentro del Circuito de Dinamización Lectora, nos desplazamos a Huescar a contar unos cuentos. La narración con arena de "La flor más grande del mundo" se la dedicamos, de un modo especialmente sentido, a Saramago.
Y llegar no fue fácil, que hubo que madrugar, rodar bastantes kilómetros y además ...


... aguantar el abuso de autoridad de dos guardias civiles que al ver la cresta de Jonathan y la coleta de César en una Kangoo roja, no soportaron la tentación de sacarnos del coche, vaciar nuestros bolsillos, cachearnos y dejarnos circular, tras perdonarnos la vida, sin un disculpen las molestias (que en estos casos alivia bastante).
Para Cesar ya es la segunda vez, que lo paran por lo menos. Esta vez contaba cuentos, y la otra vez era cartonero. Ja, ja
ResponderEliminar