
Esta escena pertenece a Cinema Paradiso, una película italiana de 1988 dirigida por Giuseppe Tornatore, una historia maravillosa que a nadie debe dejar indiferente. Recibió un Oscar a la mejor película de habla no inglesa. La música y banda sonora original de la película es obra de Ennio Morricone.
Iniciar los programas de actividades con esta secuencia pretende acentuar la importancia de la escuela como espacio para plantear historias que ni el propio narrador, aparentemente, comprende, que inviten a la reflexión; a buscar cada uno, con autonomía, el sentido final.

Además, con independencia de las razones que cada uno encuentre para explicar la forma de actuar de este soldado enamorado, esta historia habla de paciencia, de la pasión con la que debe encararse cualquier empresa y, sobre todo, del arrojo y la iniciativa ante la toma de decisiones. Y todos estos aspectos deben aparecer en el celuloide de los educadores.