jueves, 31 de mayo de 2018

Últimos senderos del curso escolar.



La primavera va oliendo a verano. Nuevos aromas que son preludio de abordajes y escuelas estivales; nuevos aromas que dicen adiós a otros recursos como los itinerarios.

Ayer trazamos recorridos por la Vega y por el río Dilar. Vamos despidiéndonos así de las mochilas y los cuadernillos de campo.


Círculos ya dibujados traen otros de perímetro más generoso.

miércoles, 30 de mayo de 2018

De Tarasca en los Cahorros


El Miércoles de Tarasca nos vamos de senderismo a los Cahorros de Monachil. Si este dragón se sacudiese al maniquí de sus espaldas y buscase un lugar donde refugiarse, sin lugar a dudas el cañón de los Cahorros sería un buen destino; un lugar de fábula.

La penúltima ruta de la temporada la hemos realizado por el Río Monachil a su paso por Los Cahorros. Nos dejamos seducir por su transcurrir encajonado a través de un impresionante valle dentro del Parque Natural de Sierra de Nevada.


Los “cahorros” hacen referencia a las zanjas excavadas por el agua que baja torrencialmente por las laderas muy pendientes de este cañón.  Disfrutamos del paisaje y, como no, nos convertimos en intrépidos exploradores que no temen a las angosturas no a  los cimbreantes puentes colgantes.

El cañón de Los Cahorros es uno de los mayores atractivos del municipio de Monachil. Es una zona de media montaña de materiales calizos y dolomíticos, lo que da lugar a formaciones abruptas y muy erosionables denominadas ruiniformes.

Lo más típico del recorrido es el puente colgante de 63 metros de longitud y cien años de antigüedad.


Partimos andando desde el pueblo hasta los Cahorros Altos; contemplamos el paisaje desde unas eras que añoran al trillo preguntándose ¿quien separa ahora el trigo de la paja?

Desde allí caminamos a media ladera dejando el cañón bajo nuestros pies. Nos situamos a la altura de los acrobáticos vuelos de las chovas piquirrojas. Iremos bajando hacia el río hasta cruzarlo en el paraje de las Azuelas donde nos damos un respiro.


Luego nos adentramos en el cañón de Los Cahorros, disfrutando de los espectaculares tajos verticales, los estrechos pasos de piedra, la riqueza ecológica del entorno, de la Cueva de las Palomas y del caudaloso río.

Hay momentos en los cuales el trayecto se vuelve entre divertido y complicado; de vez en cuando hay unas anillas en las paredes donde nos sujetaremos para hacer frente a lo estrecho del sendero. Tendremos que ir a gatas o arrastrar el trasero.


Llegamos hasta los Cahorros Bajos realizando el resto del trayecto junto al río hasta encontrarnos en la Central Eléctrica del Tranvía.  Ya solo resta un corto camino hasta el pueblo.

Hoy marinamos el senderismo con una clase de flexibilidad. Enhorabuena por vuestro estado físico.

martes, 29 de mayo de 2018

Diplomas Reciclator



Hoy hemos cerrado la actividad de "El Gran Juego de Reciclator" con la entrega de los diplomas a las clases de las escuelas participantes.

Ponemos así en punto y final a una acción educativa diseñada con corazón y cabeza. 

lunes, 28 de mayo de 2018

Convivencia en Puerto Lobo



Las escuelas Ruiz Carvajal de Moraleda y San Isidoro de Deifontes, han organizado una convivencia en la Sierra de Huetor, en Puerto Lobo.

Con el propósito de disfrutar conjuntamente de este espacio natural y de las actividades diseñadas, más de 300 niños y niñas de distintas edades se han lanzado a esta aventura en compañía de sus maestros y maestras.


Itinerarios, talleres y una ronda de juegos han sido los recursos a disposición de esta convivencia.

Es muy meritoria, por compleja e intensa, la labor de los monitores y monitoras en acciones de este tipo. Muchas gracias.

Tu conmigo, yo contigo.

viernes, 25 de mayo de 2018

Lachar, Cahorros y Gabriele.

Seguimos paseando por los impresionantes Cahorros que a nadie dejan indiferente.

En esta ocasión los simpáticos chicos y chicas de la escuela Francisco Hurtado de Lachar fueron los protagonistas. Y algunas de sus madres nos acompañaron; os lo agradecemos de corazón.

Los sentidos alerta: el tacto de la roca, el sonido del río, el olor del suelo mojado y los majuelos en flor, la vista intentando retener demasiados bellos paisajes.

Aprovechamos para agradecer una y mil veces el trabajo de Gabriele, un chico italiano que está haciendo con nosotros las prácticas.

Grazie mille!

Recicla y respira en todos los rincones.



En todos los rincones.

Incansables seguimos recorriendo los pueblos granadinos.

Y en vez de perder fuerza, vamos ganando creatividad.

Hoy en Moclín.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Disfrutando de Los Cahorros


Por más que caminamos por este cañón, por más que intentamos acostumbrar nuestra mirada en sus múltiples perspectivas, el paraje de los Cahorros no deja de sorprendernos.



E intentamos trasmitir esta admiración y sobresalto a todo el que por aquí guiamos.

Sobresalto es una palabra muy adecuada.

El Río Durcal y sus puentes


Nos acercamos al vergel del Río Durcal, a sus ricas vegas y al magnífico bosque de galería que lo custodia. Y nos fijaremos en los puentes que, en distintos momentos de la historia, han trazado perpendiculares para comunicar sus márgenes.

La presente ruta sigue, prácticamente desde su inicio, la acequia Mágena o Mágina que sigue el curso del río Durcal hacia lo alto del valle. Es un paseo fresquito de dificultad baja.


Comenzamos en el Los Mondarinos, emplazamiento así llamado por un restaurante ya cerrado. Pasamos bajo la carretera dirección al instituto Valle de Lecrín.  Nada más comenzar llevaremos un cantarín acompañante a nuestra vera: la acequia Mágena. Bajamos por la Cuesta de la Fidea; a nuestra derecha el valle encajonado del río Dúrcal y a nuestra izquierda el famoso Puente de la Lata, primo lejano de la Torre Eiffel.


La Cuesta de la Fidea desemboca en un carril de tierra que discurre paralelo al río. Lo tomamos hacia la izquierda, siguiendo el transcurrir del río. Iremos cruzándolo en varias ocasiones por puentecillos más o menos consistentes. Caminamos por una vereda fresca rodeada de una exuberante vegetación.


Los grandes álamos parecen querer alcanzar la altura de los puentes bajo los que pasamos. Primero bajo el Puente de Piedra o de Isabel II construido en la segunda mitad del siglo XIX como parte de la nueva carretera que enlazaba Granada y Motril. Luego nos encontramos bajo el famoso Puente de Lata o de Hierro, de principios del Siglo XX. Fue construido en Bélgica e instalado primero en Gor y luego en Durcal para que pasase el tranvía eléctrico.

Finalmente llegamos al modesto y encantador Puente Medieval que pareciese que se lo estuviese tragando el suelo. Un puente de un solo ojo abandonado hasta por el río.


Desandamos nuestros pasos ahora a contracorriente del Durcal. Tras tomarnos un refrigerio llegamos, entre huertas y coplas del río, a la Poza de la Pileta o Pipa, donde coinciden el cauce del río Durcal y el Barranco de la Rambla.

A partir de aquí estamos en los límites del Parque Natural de Sierra Nevada. Nos adentramos un poco por esta rambla arañada por el agua.  Subimos unos altos escalones entre cipreses para alcanzar una vereda que, a media ladera, nos conduce de regreso a Dúrcal.


La acequia y la grata conversación nos acompaña de nuevo, ahora de regreso.

domingo, 20 de mayo de 2018

La Vereda de la Estrella y el Hornillo.

Con los senderistas de Ecopodos hoy hemos realizado una ruta obligada para cualquier caminante que se precie: La alucinante Vereda de la Estrella. Esta ruta puede cerrarse de distintos modos; nosotros elegimos retornar por el Cortijo del Hornillo buscando los contrastes. Son unos 16 kilómetros y unas seis horas caminando.


Iniciamos la ruta en la Vegueta del Caracol, en la junta de los ríos Genil y San Juan. Cruzamos un puentecillo sobre las turbulentas aguas y comenzamos a subir por la Vereda de la Estrella. Dejamos a la derecha una senda, por la que retornaremos, que conduce a la Hortichuela. A unos veinte minutos nos encontramos con un enorme castaño centenario, “El Abuelo” un auténtico monumento natural catalogado como árbol singular.

A la izquierda siempre el murmullo del Genil en el fondo de su valle. Vamos atravesando varios arroyos que corresponden al Barranco de la Loma del Muerto y de Cabañas Viejas. La abundante vegetación está formada por robles melojos con la hoja recién brotada, quejigos que, aún tímidos, no han despertado, castaños y otros árboles ribereños como fresnos y arces. Todo el camino está custodiado por rascaviejas en flor y gamones.


La umbría por la que caminamos contrasta con la aridez de la solana de enfrente. Y así llegamos al Puntal del Vadillo donde podemos contemplar la confluencia de este río con el Genil. Un poco más adelante nos encontramos con una vereda a la izquierda que nos llevaría hasta la Cuesta de los Presidiarios. Lo ignoramos y seguimos al frente por el Paraje del Vadillo.


Un giro en la senda y nuestro horizonte es la montaña más impresionante de Sierra Nevada: La Alcazaba (3.371 m). Con ese perfil al frente alcanzamos las Minas de la Probadora. Un poco más adelante observamos una vereda a derechas que asciende hacia el Hornillo. Por ahora seguimos el curso del Genil hasta llegar a las Minas de la Estrella que dan nombre a esta ruta. Hoy ruinosas, fue de las más importantes de las muchas que hubo dispersas en esta vertiente del Genil. Eran minas ricas en cobre y plata y fueron explotadas por una compañía belga en el siglo XIX.  Cuando fueron abandonadas varias familias se dedicaron a vivir de estos despojos minerales en unas condiciones lamentables.

Continuamos hasta el Barranco del Guarnón, donde contemplamos el impresionante descenso de este río desde el Corral del Veleta. Podemos contemplar al fondo el Veleta (3.392 m). El puente de madera da continuidad a la vereda hacia Cueva Secreta y a subidas míticas hacia el Mulhacen.

Retornamos hacia las Minas de la Estrella y comenzamos a ascender al Cortijo del Hornillo. La pendiente es considerable, zigzagueando entre un precioso robledal. A mitad de camino nos detenemos para contemplar el perfil de la Sierra. A la Alcazaba se une la silueta del Mulhacén (3.479 m).


Llegamos al Cortijo del Hornillo, uno de los mejores miradores naturales de Sierra Nevada. Chozas, eras de trillar y restos de las paratas donde se cultivaba centeno y patatas. En nuestro ascenso nos topamos con vacas y sus terneros que descansan en prados con magníficas vistas.

Descendemos por un robledal pasando junto a antiguas acequias para dirigirnos al Paraje de Cabañas Viejas, otro antiguo asentamiento agrícola de la Sierra. Cruzamos varios barranquillos y chorreras hasta llegar al Cortijo del Hoyo, así llamado por la hondonada que hay entre las peñas con restos de corraletas y las ruinas del cortijo.  En esta zona y en toda la Dehesa de San Juan se cultivaba la apreciada patata “copo de nieve”.


Comienza ahora una intensa bajada que nos lleva hasta la cerca del Cortijo de la Hortichuela y luego, entre euforbias, gamones y mostajos, a la Vereda de la Estrella. Solo resta retornar hasta la Vegueta del Caracol.

jueves, 17 de mayo de 2018

Día del Reciclaje en Ogíjares


También hemos celebrado el Día del Reciclaje en Ogíjares.

Tanto en la escuela Ramón y Cajal como en Francisco de Ayala, estuvimos realizando una serie de juegos y talleres sobre reutilización, recogidas selectivas, limpieza y creatividad.

Contamos con la presencia de la concejala de medio ambiente y el alcalde de la localidad.

Día del Reciclaje en Atarfe.



De nuevo estuvimos realizando la feria "El Gran Juego del Reciclator" en Atarfe, en el parque Pink Floyd.

En esta ocasión participaron las escuelas Atalaya y Doctor Jiménez  Rueda.


Muchas gracias por vuestra participación.

Entre todos debemos derribar el muro de egoísmos propio del desarrollo insostenible que, con la promesa de un presente brillante, nos conduce a un horizonte futuro poco prometedor. Otros caminos son posibles.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Buenos Aires en la Acequia Real.


Partimos, como tantas otras veces, de Plaza Nueva.  Y desde allí subimos al  Cerro de la Sabika por la cuesta de Gomérez y el fresco Bosque de la Alhambra.


Una vez arriba nos dirigimos hacia la Silla del Moro y aprovechamos para contemplar esta construcción de vigilancia y protección para el Generalife y las huertas en un sector tan importante para la distribución del agua de la Acequia Real a toda la Alhambra.


Dejamos atrás el monumento y bajamos hasta encontrarnos con las sendas que recorren la umbría del Cerro del Sol adentrándose hacia Valparaiso, el Valle del Darro.  Tomamos el sendero más bajo para contemplar algunos restos de esta acequia; de la original se conserva poco más que su trazado.



La Acequia Real de la Alhambra, también llamada del Rey, de Alcotán o del Sol, canalizaba el agua procedente del río Darro desde la Presa Real, situada en el paraje de Jesús del Valle. Tiene un trazado de unos seis kilómetros hasta llegar a las huertas del Palacio del Generalife y a la Alhambra.


Tomamos la senda del medio, la vereda baja de la Acequia Real para caminar hacia el sol saliente. A media ladera contemplamos de oeste a este el Albaicín, el Sacromonte, la Abadía y las cumbres nevadas de la sierra.

Caminamos por esta vereda baja hasta llegar a un pequeño acueducto en al barranco de las Tinajas. En el camino llama nuestra atención numerosos túneles dedicados al control y limpieza de la acequia.

Regresamos por nuestros pasos hasta tomar una senda que desciende hacia el Darro. Lo seguimos hasta llegar al Camino del Sacromonte.