martes, 31 de mayo de 2022

Dinamización de juegos ambientales.

De nuevo dinamizamos en distintas escuelas e institutos el juego "Ciclos", una herramienta didáctica al servicio de la mitigación del cambio climático diseñada por Ciempiés para la Diputación de Granada. 




Después de realizar una pequeña introducción sobre el tema y de explicar las reglas de "Ciclos", nos ponemos a jugar con este formato del juego dirigido a grupos grandes. 



Hoy estuvimos en Valderrubio, en el CEIP Juan Pablo I, un centro bastante innovador y comprometido con estos temas. 


lunes, 30 de mayo de 2022

Santa María del Llano en el Gollizno.

Esta mañana realizamos con loc chicos y chicas del CC Santa María del Llano de Ogíjares un divertido recorrido de senderismo por el Gollizno del Río Velillos, partiendo de Moclín y finalizando en Olivares. 

Empezamos en el mirador de la Bombarda y en la vía ferrata próxima al cruceiro de Moclín. 

Luego marchamos hasta las trincheras de la Guerra Civil que miran hacia el pueblo vecino de Tozar y desde donde se contemplan varias torres de vigilancia de la última frontera nazarí. Posteriormente nos acercamos a la Ermita de San Antón pasando junto al Castillo de las Pupilas donde unas cabras montesas hacían guardia y al Pósito del Pan.

Iniciamos la ruta deteniendonos en el abrigo de la Araña para ver las pinturas rupestres y echando un ratito muy agradable en la fuente de Corcuela. 

Tras el almuerzo bajamos hacia los Tajos de la Hoz, junto al Velillos, pasando por las pasarelas y el puente del salto del Diablo. 

Una ruta donde hicimos amigos, especialmente un chaval majísimo llamado Ángel, a mitad de camino entre intrépido peregrino, fiel y sabio Sancho y divertido personaje de manga. 

sábado, 28 de mayo de 2022

Casa de Porras en el río Cebollón.

Hoy con el grupo de senderismo de Casa de Porras estuvimos en la Sierra de la Almijara, en el valle del río Cebollón. Una mañana cálida ideal para el senderismo en el entorno de uno de los ríos más vivos a los que podemos acercarnos. 

El río Cebollón nace de la unión de las aguas aportadas por los barrancos de la Culebra y de las Alfajas (Monticana). Podríamos decir que su alumbramiento comienza en la espectacular cascada bajo el puente de la Monticana. Desde aquí discurre durante unos 10 km en dirección NW hasta cerca de La Resinera donde se une al vecino río Algar para acabar ambos tributando sus aguas al río Cacín y terminar en el cercano pantano de los Bermejales.

Comenzamos en la La Resinera de Fornes (Arenas del Rey, en la cola del Pantano de Bermejales), dejando atrás los jardines de este lugar, una zona de recreo. 

Pronto cruzamos el puente sobre el río Cacín y nos adentramos en un fresco paraje.  En un primer cruce tomamos izquierda, siguiendo el GR7 de Jayena y abandonando el cauce del Cacín para adentrarnos por un camino que circula entre las aguas del Cebollón y unas altas cárcavas calcáreas. 

Cruzamos el Cebollón por un vado intentando no mojarnos los pies (circunstancia que pronto tornará en inútil). Seguimos por la pista, dejamos atrás los restos de una antigua calera y tomamos una trocha para ahorrarnos una curva del camino. Alcanzamos así otro cruce donde hay un cartel informativo sobre la actividad de los resineros. 

La Resinera de Fornes estuvo en funcionamiento desde 1902 hasta 1976. Se dedicaba a la extracción de resina y madera de los montes de la Sierra de la Almijara. 

De la resina se obtenía la trementina que, posteriormente, se transformaba en aguarrás y colofonía, que son empleados en diversos procesos industriales, entre ellos la fabricación de barnices, pinturas, disolventes, insecticidas, jabón, aceites industriales, papel, aislantes eléctricos, etc. La fábrica tenía también un aserradero propio para el aprovechamiento de la madera.

Llegó a haber una colonia bastante numerosa con algunas viviendas, capilla y colegio. Estas últimas se usan actualmente como Centro de Información. Se instaló incluso un cuartel de la Guardia Civil. En la colonia llegó a haber una población de unas 300 personas.

Hasta el inicio de la Guerra Civil los resineros vivían en el monte, en chozas. Durante la guerra y posteriormente no se les permitió vivir en el monte.

Un acontecimiento vital en el fin de la industria resinera en Fornes fue el incendio que aconteció en la Sierra de la Almijara en 1975, que arrasó 12.000 hectáreas de pinar entre las provincias de Granada y Málaga. Fue considerado el primer gran incendio en la historia de los incendios forestales en España.

En el lugar donde encontramos ese panel informativo, abandonamos el camino principal y tomamos un sendero que por la derecha en suave descenso y tras cruzar una barrera, nos acerca al lecho del Cebollón por los conocidos Prados de Tito. Un poco más adelante aparece la Fuente del Berro. Seguimos avanzando hasta que llegamos al lecho del río tras dejar a la izquierda una cruz en honor a algún trabajador de la madera muerto en el monte y un aprisco abandonado.

A partir de aquí iremos ascendiendo por los caminos que discurren paralelamente al río. Montones de piedras ayudan a no perder el hilo del asunto. Es una vereda preciosa donde se funde el bosque mediterráneo con el de galería, donde se encuentran las aromáticas hijas del sol y los helechos del reino del agua. Y de vez en vez un lirio salvaje. 

Caminamos así unos 6 kilómetros cruzando varias veces el río. Cuando los caminos deben alejarse de los laterales abruptos del cauce, ascendemos por una vereda con una fuerte pendiente entre pinos. En lo más alto nos detenemos para contemplar el Pico de Lopera al fondo. 

Bajamos hacia el fondo del valle hasta llegar a un pequeño arroyo donde nos detenemos a reponer fuerzas. Descendemos por el arroyo con cierta dificultad unos metros hasta alcanzar el Cebollón. 

El regreso lo hacemos primero por el lecho del río de aguas verdosas, en ocasiones con tonos rojizos, en las que algunos valientes se dan un chapuzón. A cada paso nos muestra que está vivo. Las arañas tejen sus telas entre los juncos de ambas márgenes. Pero es maravilloso caminar por sus aguas cristalinas y no muy frías. 

Luego nos salimos al camino lateral y serpenteamos ahora en el sentido de las aguas. Cuando vamos finalizando el recorrido nos detenemos en la presa para refrescarnos. 

Ya solo resta regresar a los coches tras 21 kilómetros recorridos, 465 metros de desnivel acumulado y una altitud máxima de 1132 m. Y un sin fin de sensaciones atesoradas en la mochila, además de los calcetines mojados.