En esta ruta recorreremos una de las fronteras de la ciudad de Granada, los caminos y veredas del Sacromonte, acercándonos a la Abadía y a la Ermita de san Miguel Alto. Se acerca el Día de Andalucía; esta ruta trazada "entre dos aguas", las del Darro y el Beiro, responde al duende de estas fechas.
Partimos de Plaza Nueva para recorrer el Paseo de los Tristes y llegar a la Cuesta del Chapiz. Subimos dejando a la derecha el Palacio de los Córdoba hasta llegar a la Casa del Chapiz donde nos fotografiamos con el Chorrohumo, todo un emprendedor.
Disfrutamos ahora del Camino del Sacromonte y sus zambras. Antes de llegar a la Ermita del Santo Sepulcro tomamos un atajo para engancharnos a la Calle de las Siete Cuestas que nos alza a lo alto del Monte Valparaiso donde encontramos la Abadía del Sacromonte cuyo símbolo es la Estrella de Salomón.
La historia de la Abadía del Sacromonte se remonta a finales del siglo XVI. En 1594, se encuentran unos hornos de la época romana situados en el monte de Valparaíso, en los cuales aparecen, supuestamente, los restos de San Cecilio, primer obispo de la ciudad romana de Ilíberis.
El pueblo de Granada, inmediatamente que supo de los descubrimientos de los restos de los mártires, inició un movimiento masivo de peregrinación a este monte. Fue entonces cuando el obispo de Granada, el gran humanista Don Pedro de Castro, decidió la construcción de una Abadía.
Otro hallazgo importante son los "libros plúmbeos" escritos en planchas de plomo en un extraño árabe, que narran legendarias historias sobre los orígenes del cristianismo en Granada. Más allá de toda la controversia en torno a la autenticidad de estos libros, su finalidad, en el contexto de la difícil convivencia entre los cristianos venidos del norte y la población morisca, era la de tratar de unir ambas comunidades.
Tomamos ahora una vereda a la derecha que nos lleva hasta un bonito mirador desde el que se contempla Sierra Nevada, el Cerro del Sol, la Alhambra, el Albaicín y la Abadía bajo nuestros pies.
Nos desviamos por una vereda que va descendiendo lentamente hasta la carretera que une el Fargue con la Abadía.
Allí tomamos otro camino que nos conducirá al Cementerio del Fargue situado junto a la subestación eléctrica. Hemos dejado a la izquierda el Barranco de las Cuevas de Reverte.
Tomamos una vereda que discurre paralelo al Antiguo Camino del Fargue. Nos lleva hasta un pinar a través del cual llegaremos a la Ermita de San Miguel Alto y a su emblemática Fuente del Aceituno.
Ya solo resta dejarse caer al Albaicín pasando por la Cruz de Radua. Y como propina, tras pasar por los aljibes de la Vieja, San Salvador, Bibalbonud, las Tomasas y el Trillo, llegamos al Palacio del Almirante donde visitamos su patio y su torreón.
45 senderistas, 12 kilómetros recorridos, 243 kilómetros acumulados.
