lunes, 27 de febrero de 2023

Mi padre


Una patita del Ciempiés nos ha abandonado, se ha mudado a la colina de los zapatitos mágicos. El papá de César ya ha coronado, allana el terreno para que Ciempiés sea eterno. 

Muchas gracias a mi familia de Ciempiés por el cariño regalado. 

Mi padre fue un hombre imperfecto que amó a su compañera con un amor tierno y constante, un amor que nos impregnó como una brisa cálida.

Mi padre fue un hombre imperfecto que nos enseñó a soportar el frío y a ser valientes, a sumergirnos de su mano en el mundo de las anémonas y los peces.

Mi padre fue un hombre imperfecto que nos dibujó con una luciérnaga la risa y el miedo, los colmillos del vampiro y la velocidad de las naves espaciales.

Mi padre fue un hombre imperfecto que nos mostró el vuelo de los pájaros y el canto de las ballenas y que es posible la sorpresa y el cuidado

Mi padre fue un hombre imperfecto que amo con vocación incansable su trabajo y por quien supimos que ese amor tiene al final inexplicables recompensas.

Mi padre fue un hombre imperfecto que nos narró historias y nos enseñó a narrar nuestras propias vidas.

Mi padre fue un hombre imperfecto, pero en su urna no hay cenizas si no espuma.

L.E.

jueves, 23 de febrero de 2023

El Sombrerero Loco se despereza.


Hacía tiempo que no despertábamos a este personaje que hoy se ha fundido en un sincero abrazo con el escritor. Según le dijo a los niños y niñas de la escuela Ramón y Cajal de Ogíjares, cada vez le cuesta más trabajo abandonar Wonderland para asomarse a la realidad de nuestro mundo. Bombas, intransigencias, desencuentros, desgarros en la biosfera... Pero es un lugar lleno de posibilidades, de esperanzas. 


Solo hace falta perderse en la lectura de los cuentos, en las enseñanzas que los adultos pretenden mostrar a los infantes y luego no se las aplican. 

Se buscan sombrereros que repartan locura un planeta herido de absurda cordura. 

Plastichín y su pandilla en una escuela valiente.

En estos tiempos en los que se cumple un año de la locura de un egocéntrico, en una fecha (23F) que, a los que pintamos canas, nos provoca la náusea de la prepotencia violenta e intolerante, es imprescindible buscar la concordia, el cariño y la sonrisa con los que más la precisan.


Nos acercamos a una escuela valiente, el CC Luisa de Marillac, que se hecha a la espalda los problemas del barrio en el intento de hacer de la educación y la infancia feliz un derecho real. 

Y allí, Plastichin y su pandilla hacen de las suyas. Proponen juegos, bailes y talleres con la máxima de que menos es más. 

Yoga Consciente en Fuente Vaqueros.

El colegio público Federico García Lorca de Fuente Vaqueros ha sido reconocido por la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía por sus proyectos de Innovación Educativa para motivar al alumnado como Centro A, la máxima categoría dentro de su programa PROA +, que pretende garantizar la igualdad de oportunidades, incrementar el éxito escolar del alumnado y prevenir el absentismo y el abandono escolar temprano.

A Maite de la mano de Ciempiés le corresponde parte de esta distinción, ya que está desarrollando en dicha escuela un programa de Yoga Consciente con todo el alumnado. Aunque hay diferentes estilos de esta disciplina, Maite se centra en un Yoga Consciente, que les permite experimentar la conexión entre sus emociones, los pensamientos y las sensaciones que les produce en su cuerpo, a través de la atención plena o Mindfulness y siempre bajo una Disciplina Positiva.

Se desarrolla de manera lúdica. Y es primordial crear un buen clima que mantenga la motivación y una actitud positiva en los niños/as, con el fin de que aprendan a disfrutar así del momento presente. 

Todo se consigue con el buen hacer de Maite y sus ejercicios de Yoga, relajación, respiración, meditación y mindfulness. Se cumple así la finalidad de este proyecto: proponer el yoga como respuesta adecuada para el desarrollo integral del niño y la niña para que crezcan en todas sus dimensiones: Cuerpo, Mente y Corazón.

miércoles, 22 de febrero de 2023

Interpretando dentro o fuera.


Nuestra ciudad, por la conjunción entre histórica entre urbanismo y relieve, puede ser abordada de diversas formas.

En ocasiones nos interesan las miradas, el paisaje y las fronteras. En ese caso realizamos la ruta de Granada y sus Miradores, por ejemplo. Enfocamos la ciudad desde distintos lugares con privilegiadas vistas. Así lo hicimos con los chicos y chicas de 1º de la ESO del colegio La Purísima de Santa Fé, alzándonos a un lado y otro del río Darro. 

Pero otras veces buscamos las tripas de la ciudad, sus entrañas. Tenemos que meternos en interioridades, cotilleando los barrios, haciendo endoscopias en el patrimonio. Como ejemplo el itinerario por el Centro realizado hoy con el alumnado de 5º de EP del colegio Pilar Izquierdo de Híjar. Pasamos por la Catedral, la Capilla Real o el Corral del Carbón paseando por callejuelas y plazas. 

Cabras en el Canal de la Espartera.

Hoy muchas cabras brincaban en el entorno del Canal de la Espartera. No me refiero a mis apreciados senderistas de Buenos Aires, sino a la Capra pyrenaica, un endemismo que actualmente se encuentra principalmente en las áreas montañosas de España y del norte de Portugal.

Pero nosotros también hemos trotado por esos parajes trazando una bonita ruta por el entorno de los Alayos, junto a una de nuestras vías de agua más nombradas, el Canal de la Espartera. El paisaje podría caracterizarse por su recorte y superposición; son múltiples perfiles que se superponen contrastando en color y textura. Siempre, al fondo la línea de los tresmiles de nuestra Sierra Nevada difuminada por la calima.

Además, hemos ascendido a una cima emblemática: la Boca de la Pescá. Es una modesta cumbre de 1.518 metros de altitud en las estribaciones occidentales de Sierra Nevada, justo en el vértice en el confluyen los límites de los términos municipales de La Zubia, Gójar y Dílar. Se compone de dos cumbres gemelas que tienen pocos metros de diferencia en altura, cuya forma se asemeja a la boca abierta de un pez de donde toma el nombre. Sobre la más elevada se asienta una caseta de vigilancia de incendios forestales.

Salimos de la Fuente del Hervidero desde donde tomamos una pista, la Cañada Real de Huétor Vega. Pero antes, un par de jovenzuelos disfrutan de los columpios. 

Vamos ascendiendo hasta detenernos para disfrutar del paisaje y de los comentarios montañeros de Juan. Nos señala la Tetica en lo alto del Cerro Huenes y el Pico de la Carne. Y no se olvida del escarpado Trevenque.

Llegamos a el Canal de la Espartera dejando a la izquierda el desvío hacia la Cortijuela. Desde allí tomamos el cómodo sendero de Haza Larguilla, una vereda de accesibilidad universal de alrededor de un kilómetro que nos conduce hasta el impresionante mirador interpretativo de Los Alayos.

A partir de ese momento vemos muchas cabras montesas que se nos alejan sin demasiada urgencia. ¡Quien tuviese su capacidad de riscar con tanto salero!

Después de disfrutar de las vistas en el mirador de los Alayos y de una foto de familia, seguimos el sendero. Desde aquí hasta nuestro destino tendremos un agradable paseo con vistas al extremo oriental de la Boca de la Pescá, con un tramo final de subida más pronunciado. 

Un grupo evitará los ascensos y seguirá la senda y el canal hasta el final de este, donde el agua cae hacia la central hidroeléctrica del Dílar.

Los demás introducimos un punto de mayor exigencia recorriendo el borde del conocido como Cerro de las Pipas, por los restos fósiles de Dentalium unos moluscos excavadores denominados 'colmillos de mar' o 'pipas'. El género dentalium se extiende desde el triásico hasta la actualidad. 

Caminamos por su cresta marcada por distintos mojones. Al bajar del Cerro de las Pipas iniciamos la subida a la Boca de la Pescá. Pasamos por zonas áridas de dolomías masticadas por el tiempo y por pinares donde abundan los espliegos y los espartos.

Al llegar a la cima tenemos unas increíbles vistas del Trevenque, el Corazón de la Sandía, los Alayos y Picacho Alto. Un par de cabras con necesidad de desfogar ascienden hasta el cerro frontero, la segunda cima que define junto a la principal la característica silueta de pescado boqueando.

Comenzamos la bajada, pero en vez de tirar por el cortafuegos que es bastante "pestiñoso", bajamos por una vereda serpenteante que desciende entre encinas y matorrales bajos hasta el punto final del Canal de la Espartera desde donde se divisa la central eléctrica de Dílar.  Allí nos juntamos todos de nuevo. 

El canal de la Espartera fue construido por José Morell entre 1819 y 1923. Su objetivo era llevar agua desde el río Dílar hasta este punto. Caía en un gran salto hacia la central de Dílar donde movía turbinas que generaban electricidad que estaba destinada a la fábrica de papel que se construyó en Benalúa de Guadix en las proximidades de su azucarera. Como este papel se sacaba del esparto, al canal lo denominaron "de la espartera".

El canal, aún en uso, tiene siete kilómetros de largo con 47 puentes. Discurre por una canalización de un metro de ancho y otro tanto de profundidad.

Regresamos por el canal para desviarnos a la izquierda por la rambla del Barranco de Gil López en dirección a la Silla del Fraile que salvaremos por la derecha. Siguiendo la rambla llegaremos hasta el pintoresco Cortijo de Parejo o Alcavic.

Continuamos en suave subida por pista pasando por una alberca. Los almendros están en flor. Descendemos la Loma Licerá hasta llegar al Collado del Tejarillo. 

Aquí nos desviamos por la pista de la derecha que circula por un pinar de reforestación, pasando por el Barranco de Corvales antes de llegar a Cumbres Verdes. Completamos una ruta de 10 kilómetros y 480 metros de desnivel acumulado.