miércoles, 30 de noviembre de 2022

La acequia del Aceituno y Cecarta.

Un día más caluroso de lo que cabría esperar para encontrarnos casi en Diciembre, damos un precioso paseo circular por las “Acequias del Aceituno y Cecarta” que empieza y termina en el pueblo de Lanjarón. 

El nombre de Lanjarón parece proceder de la voz prerromana "lanchar", que significa lugar abundante en aguas. Sus restos arqueológicos ponen de manifiesto la importancia del lugar en el período árabe andalusí. Tuvo una destacada participación durante la guerra de la Independencia contra los franceses; a sus habitantes se les conoce también con el gentilicio de "cañoneros", por el eficaz uso que hicieron de un antiguo mortero contra las tropas napoleónicas.

Comenzamos frente al Balneario, en la oficina de información turística. Entramos en el Parque del Salao que debe su nombre a las aguas ferruginosas que lo atraviesan en forma de pequeño riachuelo. Seguimos una vereda por el Barranco del Salado hasta llegar al castillo árabe del siglo XIII. Sirvió de vigilancia, refugio y defensa de la población.

Se alza en un cerro calizo que aparece entre la confluencia del Barranco del Salado y el río Lanjarón. Es un recinto fortificado de planta cuadrangular en el que destaca la torre del homenaje. En su interior se puede apreciar el espacio destinado a un aljibe para su autoabastecimiento.

Desde el castillo contemplamos el Tajo Colorao. Es un gran paredón calizo vertical, de tonos anaranjados que presenta un desnivel con el cauce del río de más de 180 metros.

Retornamos al pueblo y por la Calle Virgen del Pilar, donde aparecen varias cruces muy blancas, llegamos al ayuntamiento donde saludamos a una imperturbable pareja de ancianos. 

Comenzamos la ruta, que está muy bien señalizada, siguiendo la dirección hacia la que apunta el cañón del ayuntamiento. Atravesamos el Barrio Hondillo, de origen judío.  Es un laberinto de estrechas calles, placetas y tinaos, estos últimos muy característicos de las Alpujarras (espacios cubiertos de ámbito semiprivado con una estructura de viguería sobre la calle). 

Tras pasar el colegio, nos adentramos por sendas que discurren entre huertas escalonadas donde admiramos los numerosos almeces centenarios ayudan a detener la erosión de las terrazas. 

Nos topamos con los primeros castaños, viejos como el trazado de las acequias. Y pronto nos encontramos con una de ellas, la Acequia del Aceituno que parte del río Lanjarón desde la alberca del Aceituno a la que nos acercamos. Cuenta con protecciones en sus pasos más expuestos.

Subiremos por una vereda serpenteante. Podemos contemplar el bosque de galería de mimbreras que acompaña el curso del río Lanjarón. En las laderas los colores delatan la presencia de grupos de encinas, almendros, robles y castaños. Y se aprecia las heridas ya cicatrizadas de un antiguo incendio. 

Alcanzamos el Área Recreativa Huerta de las Monjas que cuenta con ejemplares de castaños centenarios y una fuente de agua fresca. 


Reponemos fuerzas y tras una ligera subida con vistas hacia el valle y la cabecera del río Lanjarón, llegamos a la Acequia Cecarta. La acompañaremos en sus derivaciones y descensos, disfrutando de un maravilloso paseo mientras riega numerosos frutales y huertos en terrazas. 

Es un camino de herradura muy verde y siempre acompañado por el murmullo del agua. Une las eras de Lanjarón, dónde se realizaba la trilla de cereales y leguminosas, para separar el grano de la paja aprovechando el viento. 

El tramo final es bastante empinado, desembocando a la altura de la escuela del pueblo. 


Una magnífica ruta de unos 9 km y un desnivel acumulado de 400 m. 

martes, 29 de noviembre de 2022

Cuento de papel reciclado.


En el CEIP Capitulaciones, escuela por la que pasamos mucho últimamente, hemos desarrollado una actividad que enlaza al amor a los libros con el cuidado de nuestros bosques. 


Además de una breve narración, hacemos dos talleres: papel reciclado y unos marcapáginas muy simpáticos. 


La actividad la denominamos: "Cuento de Papel Reciclado". Y quien ayer hacía de escritora, hoy está contando la historia de los libros semilla. ¡Esto si que es reciclarse!

Cuenta cuentos en Zona Norte.

Las Historias del Sombrerero Loco irán pasando por once centros de los barrios del Distrito Norte de Granada. 

Hoy estuvimos en el CEIP Andalucía que sufre un fuerte absentismo escolar. 


Se realizó el cuentacuentos con todo el centro y en los juegos participaron primer y segundo ciclo. 

Y la escritora se ha convertido en escritor. Es un cuento complejo. Tiene falso inicio, inicio, desarrollo y conclusión. El cuerpo de la escenificación son tres cuentos que se cuentan entremezclados, intentando conectarlos a través de distintos guiños. Además, las narraciones tienen que ser muy dinámicas y cortas, intentando mantener cierta tensión al tiempo que la narración no pierda el sentido. 

Como estamos en el mundo de Alicia donde todo cambia de tamaño, pronto el Sombrerero sufrirá un considerable incremento de altura. 

lunes, 28 de noviembre de 2022

Vuelve Isla Verde en el aula.


Los centros que tienen dificultad en trasladarse al aula ambiental situada en la Ecocentral Granada, pueden acogerse a esta modalidad del programa en la que somo nosotros los que vamos a la escuela. 

Allí hacemos una charla o un cuento y un taller. 


En esta ocasión trabajamos con los niños y niñas de educación infantil del EI La Viña de Cúllar Vega. Y realizamos el cuento "Rico, Rico, Rico". Plastichín, Vidriolo y Cartunez estaban deseosos por salir de gira. 

Fiesta de Otoño en la escuela Capitulaciones

Es de vital importancia encontrar momentos divertidos de ocio en el recinto escolar donde se encuentren los docentes con los niños y niñas y sus familias. Si además lo aliñamos con aspectos de educación en valores, pues tenemos una conjunción de astros muy prometedora. 

En el CEIP Capitulaciones es lo que pretendimos a través de una fiesta otoñal. 

Con esta actividad nos acercamos a los entresijos del otoño y sus tradiciones; quien nos empuja es un viento, un tanto bandido y travieso, que roba las hojas de los árboles y da la vuelta a nuestros paraguas. Pero también un torbellino que se lleva los malos humos y nos permite trabajar aspectos de la educación en valores como: la transigencia y el ser capaz de ponerse en el lugar del otro, la resolución de los problemas sin necesidad de gritar y darnos tortazos y el respeto a los demás.

Su historia nos la narra uno de los personajes de la literatura infantil más maravillosamente desquiciado: el Sombrerero Loco. 

Todos juntos escuchamos a este sombrerero conocedor de los vientos que aparecen y desaparecen en los distintos rincones del planeta. Nos narra la historia que ocurrió en Sombrerilandia, de donde son sus tatarabuelos, protagonizada por un viento que era inconsciente sólo en apariencia. Nos basamos en el cuento "El Viento Tarambana" de Carles Cano.

Al terminar, el Sombrerero dinamiza juegos cooperativos con una gran tela de colores. En ellos participan grandes y pequeños, toda la comunidad escolar. 

Y a continuación, se realizan dos talleres: muñecos hechos con castañas, palillos y cerillas y chascas, un instrumento otoñal, fabricadas con media nuez, una goma y un palillo plano. 

El fin de fiesta es la degustación de frutos de otoño. Pondremos varias bandejas con pinchitos de uvas y naranja, dátiles, bolitas de boniato, manzana asada, nueces con membrillo, castañas y panochas. 

Una tarde otoñal fría y soleada en buena compañía.