viernes, 28 de octubre de 2016

Brujas en la escuela.



Nos acercamos a la celebración de Halloween. No hay nada mejor que entrar en las escuelas para darnos cuenta como esta tradición anglosajona está calando en nuestro entorno. Es una tradición aloctona que le gusta mucho a los más pequeños. Por otro lado reírse del miedo y de la muerte es una costumbre bastante sana.

Y con ese ambientazo fantasmagórico, llegamos a contar un cuento. El público, niños y niñas de 3 a 12 años, era bastante peculiar. Sería normal que el cuenta-cuentos estuviese pelín intimidado.

Pero todo salió bien y los diablos, esqueletos, novias cadáver, muertos vivientes, vampiros y vampiresas no devoraron a los titiriteros. Fue cansado pero también divertido.

Al final, unas brujas llegaron volando con sus escobas y quisieron fotografiarse con la protagonista del cuento. ¡Cómo para negarse!

jueves, 27 de octubre de 2016

Ciencia de despensa



En el programa que desarrollamos en el IES Jimenez de Quesada como complemento de la asignatura Cultura Científica, nos proponemos hacer ciencia de despensa o de andar por casa. Bajo los mismos principios de la mas compleja investigación en el laboratorio más puntero, realizamos investigaciones sencillas.

Observación, hipótesis, experimentación, interpretación de los resultados, conclusiones, divulgación científica... Todos estos aspectos del devenir investigador estarán presentes en nuestro modesto laboratorio del instituto.

En esta ocasión nos fijaremos en la belleza de lo que se pudre. ¿Que le ocurre a un trozo de pan de molde de 10 x 10 cm sometido a distintas condiciones. Salinidad, medios básicos y ácidos, ausencia o presencia de agua y oxígeno. Estableceremos un observatorio del paisaje de cada rebanada de pan y analizaremos los cambios. Toda una aventura.

Son unos muchachos y muchachas muy apañaos.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Por la Peña del Perro.

En esta ocasión subimos a Sierra Nevada para realizar un recorrido de dificultad media desde los Campos de Otero hasta el Dornajo. Comenzamos a unos 2.200 metros de altitud y vamos bajando hasta los 1700 metros. Por lo tanto es una ruta en descenso donde los bastones deben salvaguardar nuestras rodillas. Es la primera vez que nos acompaña Miguel a quien agradecemos su atención continua hacia los caminantes y su preocupación por que beban mucha agua.

La luz del sol se funde con el fío manto de la nieve. Los romanos llamaban a estas montañas “Solarius” que se traduciría como Monte del Sol. Este término  fue seguido inicialmente por los árabes al denominarla “Yabal Sulayr”. Pero posteriormente la conocieron como “Yabal al Taly”  o montaña de la nieve. En el siglo XVIII se acuña su actual nombre de Sierra Nevada.


Este macizo es un ejemplo de riqueza y diversidad natural. Diverso es el adjetivo que antecede a su clima, morfología, geología, flora y fauna, lo que la convierte en un lugar maravilloso y a la vez delicado que entre todos debemos cuidar. Todas las grandes montañas, y Sierra Nevada no es una excepción, son gigantes de piedra imponentes que se sostienen en pies de barro. Esta imagen responde al hecho de que los ecosistemas de montaña son muy vulnerables ante los distintos vectores de deterioro ambiental.

El autobús nos deja en la carretera que sube a la Hoya de la Mora un poco antes de llegar a los Peñones de San Francisco, en el Collado del Diablo. A la derecha sale una senda que nos conduce hasta el Refugio de San Francisco.

Comenzamos a caminar con la encrucijada  del valle del Genil y del Maitena al fondo y el Cerro de la Morra a la derecha. Vamos descendiendo con suavidad por una pista ancha hasta llegar al refugio de San Francisco construido por la Sociedad Sierra Nevada, fundada a principios del siglo XX por un reducido grupo de montañeros granadinos conocidos como “los diez amigos limited”.

Nos recibe un pequeño habitante de estos parajes, un curioso ortóptero (grillos y saltamontes) sin alas y con un gran ovopositor. Espero que no fuera muy tímido ya que muchas miradas se posaron en el. En Sierra Nevada existen 70 insectos endémicos.

Tomamos ahora una vereda cómoda a la izquierda que va descendiendo entre pinos silvestres. Bajando llegamos hasta los Riscos de la Peña del Gato donde tomamos una vereda a la derecha que viene de los campos de Haza Mesa desde el fondo del Barranco de San Juan.

Seguimos en descenso pasando junto a un aprisco y un manantial. Poco a poco comenzamos a llanear y cruzamos el Barranco del Rinconcillo. Seguimos por el sendero hasta la Peña del Perro, un mirador natural rodeado de escarpes rocosos y profundos barrancos. Los otoñales crocus o falso azafrán azulean con gran descaro entre las piedras.

En Sierra Nevada encontramos 2100 especies vegetales diferentes. Pero la vegetación de esta sierra es un valor excepcional no solo por su riqueza, sino sobre todo por la diversidad de su flora. De esas dos mil especies, encontramos 80 endemismos.

Desde este espectacular paraje, volado sobre unos apriscos de ganado, dominamos el valle de San Juan en su confluencia con el Genil. Paramos a tomar un refrigerio compartiendo el lugar con unas vacas serranas con cara de felicidad; su filosofia vital es el slow montain.


Seguimos adelante, siempre por cómodas veredas, y cruzamos el Barranco de las Ánimas; pasamos por el Cortijo de los Castaños, por unos pinares de repoblación, atravesamos el Barranco de los Tejos y llegamos a Prado Redondo.  Frente a nosotros el Cerro Redondo y La Peineta.

Desde aquí caminamos hasta el Dornajo.

Mucho que perder.


Desde que iniciamos la actividad educativa de Ciempiés, nuestros pasos se han encaminado por la Vega de Granada. El primer itinerario, que aún realizamos con gran entusiasmo, se denominó "Vamos a andar por la Vega".

A lo largo de estos años hemos contemplado con tristeza como se abandonaban los cultivos, desaparecían las choperas, las casa de aperos se transformaban misteriosamente en chalets con piscina, se acumulaban escombros en el entorno de las acequias, las acequias se convertían en alcantarillas para los darros, las vallas acababan con la continuidad del paisaje...

Pero hemos seguido trabajando, con las escuelas, el conocimiento y la identificación con este entorno. Estamos a tiempo de cambiar las cosas, de preservar este enclave sin el cual no se entiende la historia de los pueblos que lo bordean. Y además, nada más triste que la circunstancia de que la Vega vaya desapareciendo sin que a nadie le duela, sin que nos demos cuenta de que tenemos mucho que perder.


En estas fotos vemos a niños y niñas de siete y ocho años de la escuela San Roque de Churriana de la Vega. ¿Quienes mejor para cuidar este patrimonio rural que los nacidos en estas tierras?

Vamos a andar...

martes, 25 de octubre de 2016

Buscando lo esencial

Debemos dinamizar los itinerarios del mismo modo que un alambique serrano, como el de la fotografía,  extrae el aceite esencial de la mejorana o el espliego.

Cada grupo de niños y niñas son muy diferentes, no siendo la edad el único aspecto que los define. Es la razón por la que, cuando los niños tienen una menor capacidad de concentración, se dispersan con facilidad y no callan ni debajo del agua, debemos incidir en lo esencial.

Y ¿qué es lo esencial en este paseo por la Sierra de Huetor que parte de Puerto Lobo y asciende hasta las trincheras del Maúllo? En mi opinión buscar sensaciones nuevas, trabajar la identificación con el entorno natural y dirigir mensajes con una trayectoria muy recta hacia el corazón. Sin olvidar el crear espacios para el esparcimiento.

Y de este modo, con un poco de paciencia, conseguimos adaptarnos y rentabilizar el recurso.

El resto lo pone la magia de esta maravillosa Sierra de Huetor.

domingo, 23 de octubre de 2016

En la 4ª Feria de Otoño de Santa Fe.


El programa educativo Isla Verde, participa de nuevo en la Feria de Otoño de Santa Fe. Plastichín se convierte en el personaje más grande, inflado y amarillo de este evento. A su vera realizamos distintos talleres de reutilización.

El Ayuntamiento de Santa Fe organiza, en la Plaza de España, la "Fiesta del otoño", un escaparate de instituciones, asociaciones, colectivos y empresas que pretende, por cuarto año consecutivo, captar la atención de los más jóvenes con toda la programación que se ha elaborado para ellos en este curso.


¡Tachán , con ustedes Patri!

Nuestra amiga Patri, que después de estar trabajando varios años con nosotros ha emprendido otras aventuras en busca de ilusionantes horizontes, nos ha regalado este bonito obsequio.



Muchas gracias y que la felicidad te acompañe. 

sábado, 22 de octubre de 2016

Un sábado veguero



En el contexto de las "Jornadas sobre la Vega, naturaleza y patrimonio", organizadas por el Ayuntamiento de Armilla, este sábado por la mañana hemos dinamizado un paseo otoñal por el entorno del Cortijo del Pino y la Acequia Tarramonta.

Los destinatarios eran de edades muy diversas, aunque en común tenían la simpatía y las ganas de aprender cosas nuevas. Cambiando de vez en vez el tono y la profundidad de los contenidos, fuimos contando historias sobre la Vega.

Dimos la bienvenida en la antigua Melchora, un espacio que ha sido testigo de los cambios que ha sufrido este entorno en los últimos veinticinco años.


Posteriormente, en el aula rural de Ciempiés, tranquilamente sentados, hablamos del paisaje de la Vega (de su fenosistema y del criptosistema). Mientras Gustavo, el cerdo vietnamita, se comía los azufaifos caídos, dejamos que un yeso recogido cerca de las salinas de La Malaha nos contara la historia geológica de la zona.

Y destacamos la importancia del acuífero que como una gigantesca esponja contiene más de 2000 hm3  bajo el perol viejo o la teja que representa esta comarca.



Como no todo es hablar, sembramos unos ajos y visitamos a nuestros animalejos del corral. Gallinas, patos, conejos, ovejas y una cabra con mucho más poder de convocatoria que el monitor.

Luego visitamos el Cortijo del Pino donde, Virginia, nos saludó muy amablemente. Este alojamiento rural rodeado de frutales en régimen de agricultura ecológica es un claro ejemplo de usos sostenibles ubicados en la Vega.


Secaderos, cultivos del pasado y del presente, plantas adventicias con múltiples aplicaciones tradicionales, frutos de otoño, las acequias y el riego, el suelo… fueron algunos de los centros de interés del paseo.

También hubo tiempo para contar la historia del Pocero sin suerte a la vera del Pozo de Santa Clara y para jugar a las adivinanzas vegueras.


Una agradable mañana con gente que quiso compartir unas horas del sábado identificándose con su entorno rural inmediato.

¡Viva la Vega, vive la Vega!

jueves, 20 de octubre de 2016

Jornadas sobre la Vega de Granada



Hoy dio comienzo la I Edición de las Jornadas La Vega de Granada: naturaleza y patrimonio, organizadas en el Centro Cultural Casa García Viedma de Armilla.

Estas jornadas pretenden aproximar la Vega a jóvenes y adultos, de modo que, a través del conocimiento y la identificación con nuestro entorno inmediato, seamos capaces de poner los medios para cambiar las cosas. Es imprescindible crear sensibilidad en los ciudadanos para proteger lo que nos queda de Vega, buscar vías de solución para propiciar su desarrollo sostenible en la vertiente económica, social y medioambiental.

Ciempiés es una empresa ligada íntimamente a la Vega de Granada; por otro lado, nuestra relación con Armilla se remonta a más de dieciocho años colaborando con la educación integral de sus niños y niñas. Era evidente que teníamos que participar en dichas jornadas aportando nuestra ilusión y profesionalidad.

Hoy realizamos la ponencia "La vida de la Vega: el duende del agua" y el sábado dinamizaremos el itinerario de interpretación ambiental "Vamos a andar por la Vega".

Agradecemos a Victoria el trabajo realizado, su confianza en nuestra labor y el cariño con el que nos ha recibido.

Isla Verde en el aula


A lo largo del curso escolar, el programa Isla Verde en el Aula, desplaza el proyecto educativo asociado a la Ecocentral Granada. Cuentos, charlas y talleres se cuelan en las escuelas para llevar las tres erres a las escuelas: reduce, reutiliza y recicla. Sobre todo trabajamos con niños y niñas de educación infantil a los que les resulta más complejo salir de excursión.

Esta foto corresponde a la escuela Infantil El Portón Encantado de Peligros. 

La vereda de los franceses.

En esta ruta caminamos por el Cerro del Sol, en la Dehesa del Generalife, pulmón de la ciudad de Granada que fue declarado en 1995 Parque Periurbano. Tiene una superficie de 450 hectáreas que rodean al Conjunto Monumental de la Alhambra. Además, recorreremos el Valle del Oro y la popular senda de la Fuente de la Bicha.

Comenzamos en Plaza Nueva y, por el siempre mágico bosque de la Alhambra, llegamos hasta el Camino Primitivo que nos alzará hasta el comienzo de la vereda de los franceses.

Tomamos el comienzo de esta vereda para, pronto, desviarnos a la izquierda por una ancha senda que nos sube al Llano de la Perdiz; y el característico cacareo de estos pájaros nos acompaña durante la subida. Una vez arriba, por un caminillo entre pinos que van dejando paso a chaparros, coscojas y un variado plantel de matorrales mediterráneos.

Llegamos así al Mirador del Cerro del Sol; aproximamos nuestras botas a una piedra que debe ser tocada por cualquier senderista granadino que se precie. Algunos retorcidos troncos negros como el azabache nos recuerdan su destructivo encuentro con el fuego.




Desandamos nuestro pasos y por la solana de este cerro, a veces junto a pinares, a veces rozando matas de esparto, iremos bajando hasta tomar la Vereda de los Franceses. Esta bajada transcurre entre jaras, tomillos y espartos y tiene unas bonitas panorámicas del Genil y Sierra Nevada. Llegamos al Valle del Oro, donde nos encontramos con cuevas, perforaciones, lavaderos, puentes y antiguas edificaciones de una explotación minera francesa destinada a la extracción de oro.

Llegamos hasta Lancha de Cenes pasando por su iglesia dedicada a la Virgen de Fátima. Desde allí nos dirigimos al Genil pasando junto a la Acequia Gorda. Regresamos a Granada por el entrañable camino de la Bicha.

Granada, a través de su historia, ha vivido su particular febrícula del oro. En río Darro, (que recibe su nombre de Dauro ‘’que da oro’’), hasta los años 60, ha sido visitado por buscadores de oro que intentaban extraerlo por el sistema de bateo.

Ya desde época romana existía una explotación de Oro en la Lancha de Cenes. Para explotarlo los romanos hacían una serie de pozos y galerías que llenaban de agua a presión, procedente del río Aguasblancas, para ir desmoronando la montaña ("ruina montium"). Limpiando los escombros a través de sistemas de filtración, extraían el mineral.

La explotación continuó durante el periodo musulmán. Según recogen "los cronicones", para el reino nazarí de Granada trabajaban más de 500 esclavos en la zona de la Lancha del Genil extrayendo oro.

Tras un largo periodo de inactividad, la mina de la Lancha del Genil volvió a una nueva fase de explotación en 1875, cuando Jean Baptiste Michel Adolphe Goupil, un acaudalado industrial francés, adquirió la concesión de la zona a La Sociedad Aurífera de los Terrenos de España.

El agua era conducida a través de un nuevo canal, hoy conocido como el Canal de los Franceses. La extracción de oro en el cerro del Sol duraría hasta 1877, al liberalizarse el precio del oro en el mercado internacional y por causa de la falta de agua para la factoría. Fue un sueño dorado pero breve.