Estos tres días no lectivos pero laborables, en su ánimo de conciliar la vida familiar y laboral, Churriana de la Vega ha organizado una ludoteca de primavera cuya dinamización ha corrido a cargo de Ciempiés.
La temática fue los titiriteros y las marionetas. Se han realizado juegos, dinámicas de grupos y distintos talleres, como marionetas de papel, con limpiapipas o de dedo.
En el teatro se realizó un espectáculo de títeres.
Los títeres o marionetas juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de nuestros hijos e hijas durante su primera infancia, por eso no solo son una estrategia para su desarrollo educativo,...
¡sino también una forma de divertirse aprendiendo!
Finalizan hoy estos tres días de ludoteca primaveral en el Aula Rural. Y evocar la primavera no es siempre sol y flores; en esta ocasión lluvia y brisas frías.
Además de los personajes alocados y el cuentacuentos de títeres, las mañanas transcurrieron entre juegos y talleres. También, en un clarillo dimos una paseo veguero y nos ha acercamos a la huerta.
Realizamos juegos cooperativos y de expresión corporal. En los talleres creamos tres tipos de marionetas: de calcetín, de guante y de papel.
Una breve pero intensa aproximación al fabuloso mundo de los títeres.
El guiñol es muy enriquecedor ya que integra todos los otros lenguajes artísticos. Y puede ser una herramienta maravillosa en educación si se concibe como un instrumento capaz de crear un contexto estimulante y motivador para elevar la calidad educativa a través del juego.
Los chicos y chicas del programa Conoce Granada estuvieron este lluvioso martes dando un paseo en búsqueda de la Semana Santa recogida en sus templos.
Pasaron por la Cofradía de los Estudiantes, en la Iglesia de Santos Justo y Pastor, viendo el Cristo del Rescate en la Iglesia de la Magdalena o en la Iglesia de San Agustín.
Al final echaron unas risas y unas tapas en una cafetería donde rezaba: "Déjate seducir por un dulce final". Todo está conectado.
En el mes de febrero y marzo realizamos una actividad con los centros escolares del Distrito Norte de Granada denominada "Andurreando".
El objetivo era dar a conocer las calles y plazas de este rincón de Granada al tiempo que se visibilizaba la presencia de las escuelas en el barrio.
A través de la interacción con los vecinos y vecinas se pretendía convertir a los participantes en periodistas con la pretensión de recoger la opinión sobre el lugar en el que viven.
Esta mañana, mientas el cielo nos regalaba agua, el titiritero loco con la ayuda de las marionetas nos contó un divertido cuento: "El pozo donde nacen Ogros".
Somos superhéroes de barrio capaces de cambiar el mundo en el que vivimos.
En las actividades que hemos desarrollado en Pinos Puente y Maracena para dar a conocer las localidades y el potencial del paso del camino mozárabe por esas localidades, recogimos algunas imágenes con las que Oscar ha montado estos videos promocionales.
Hoy comienza la ludoteca primaveral de Ciempiés en el Aula Rural. "Una primavera Titeresante" se llama.
A lo largo de estos tres lluviosos días nos zambulliremos en el mundo de los títeres. Su historia, la relación de Granada con el teatro de cachiporras, la elaboración de marionetas y su manipulación. Además realizaremos un espectáculo de guiñol.
Hoy apareció un titiritero loco llamado Mario. Estaba un poco confundido y es que en realidad no era titiritero. Su apellido, Neta, lo delató. Era Mario-Neta. Fue divertido verle hacer bobadas con la ayuda de pequeñas marionetas de carne y hueso.
Lo liberamos a cambio de que si encontraba algunos títeres, nos contaría un cuento.
El pasado jueves 21 de marzo, festejamos la entrada de la primavera y el día internacional de la poesía con la segunda parte de la muestra de los talleres de Casa de Porras, entorno cultural de la UGR.
En esta ocasión participaron los talleres de grabado, libro arte, scrapbooking, cosmética natural, restauración de muebles, cerámica y cabaret.
Nuestro más sincero agradecimiento a Natalia, María, Noelia, Dani, María José y Clara.
En este día encontramos versos en los objetos de barro, en los pliegues de los papeles, en las tintas de los grabados, en los aromas de los jabones y en la textura de los muebles resucitados.
Y todo la alegría gamberra de la primavera explotó en la representación del magnífico cabaret del Palacio del Almirante.
Gracias a los y las talleristas, a los alumnos y alumnas y a todas y todos los que hacen posible esta maravillosa anomalía cultural.
Maro – Cerro Gordo fue declarado Paraje Natural en 1989 debido a la singularidad de su paisaje, a sus ricos y diversos fondos marinos y al gran interés de la vegetación que alberga. Este espacio, compartido entre Málaga y Granada, consta de 395 hectáreas de acantilados y de una franja marina de una milla mar adentro. Las Torres de Vigía del siglo XVI tienen un gran protagonismo: Cerro Gordo, La Caleta, El Pino, La Miel y Maro.
Iniciamos la ruta en Cerro Gordo, visitando su precioso mirador y la atalaya. Nos encontramos plantas tan singulares como la olivilla o el espino cambrón.
Nos trasladamos con los coches hasta el aparcamiento de la Playa del Cañuelo. El carril desciende zigzagueando hasta la playa ofreciendo unas impresionantes vistas del litoral. Justo en su inicio nos encomendamos en un templete dedicado a San Judas Tadeo.
Una vez en la playa la recorremos dejando a la derecha la Torre del Pino. Cuando acaba la playa hay un pequeño y abrupto ascenso hacia los acantilados.
Nos desviamos a un entrante en el mar con unas construcciones derruidas a las que nos podemos asomar; es el Peñón del Fraile. Nos sobrevuelan las gaviotas y una majestuosa garza real. Proseguimos por los acantilados dejando a nuestros pies la preciosa Cala de la Doncella.
Seguimos el moderado ascenso por la senda donde abundan romeros, lentiscos y espartos. Nos desviamos a la derecha para acercarnos a la Torre Caleta. Las cabras monteses nos miran con curiosidad.
Regresamos al sendero que traíamos, que nos llevará hasta la playa de Cantarriján, que vamos divisando desde el camino. A nuestra izquierda aparece la impresionante pared rocosa de los Tajos del Calderero que se alzan verticalmente hasta los 239 m, máxima altura de este cerro.
El sendero conecta con el barranco que baja paralelo hasta el mar. Y disfrutamos de las aguas limpias frías y algo agitadas. Con el rumor de las olas de fondo entablamos animadas conversaciones.
La vuelta la haremos por el barranco del Cantarriján, un arroyo estacional que nos conduce por una vaguada sombreada entre cañaverales. Se adentra en el monte de pinos y atraviesa varias huertas hasta llegar de nuevo a la zona de aparcamientos.
Completamos así la ruta de 8 kilómetros y 250 metros de desnivel acumulado. Muchas gracias a las y los senderistas por acompasar sus pasos y sus simpatías en todos estos caminos. De corazón.
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