Información de la ruta:
La ruta en imágenes.
Breve descripción:
Nueva ruta por el entorno de Lanjarón en la cual alcanzamos la magnífica Ermita del Tajo de la Cruz y rodeamos el tajo Colorao.
El nombre de Lanjarón parece proceder de la voz prerromana "lanchar", que significa lugar abundante en aguas. Sus restos arqueológicos ponen de manifiesto la importancia del lugar en el período árabe andalusí. Tuvo una destacada participación durante la guerra de la Independencia contra los franceses; a sus habitantes se les conoce también con el gentilicio de "cañoneros", por el eficaz uso que hicieron de un antiguo mortero contra las tropas napoleónicas.
Comenzamos frente al Balneario. Entramos en el Parque del Salado que debe su nombre a las aguas ferruginosas que lo atraviesan en forma de pequeño riachuelo. Seguimos una vereda por el Barranco del Salado hasta llegar al castillo árabe del siglo XIII. Sirvió de vigilancia, refugio y defensa de la población.
Se alza en un cerro calizo que aparece entre la confluencia del Barranco del Salado y el río Lanjarón. Es un recinto fortificado de planta cuadrangular en el que destaca la torre del homenaje. En su interior se puede apreciar el espacio destinado a un aljibe para su autoabastecimiento.
Desde el castillo contemplamos el Tajo Colorao. Es un gran paredón calizo vertical, de tonos anaranjados que presenta un desnivel con el cauce del río de más de 180 metros.
Retornamos al pueblo y por la calle del Señor de la Expiración llegamos hasta el Pilar Puente del Río. Nos desviamos a la izquierda para pronto tomar una vereda a la derecha en pronunciado ascenso que nos conduce hasta una carretera. La tomamos a la derecha para que nos vaya acercando a la ermita con vistas hacia el pueblo y el Tajo Colorao. Es el carril de la Chaparra.
Un desvío a la izquierda nos conduce por un camino empedrado hasta la Ermita del Tajo de la Cruz. Parece ser que en este lugar se colocó en el siglo XVIII una cruz primitiva para alentar la presencia de supuestas prácticas de brujería celebradas en el vecino Tajo Colorado. Más tarde, en 1895 la cruz fue sustituida por otra nueva a la vez que se construía la ermita por mano de don José Lozano Píñar.
Bajamos por una vereda paralela a una acequia hasta llegar al Mirador del Visillo. Desde aquí tomamos una vereda que bordea el tajo Colorado para bajar hacia el río Lanjarón que atravesamos por un puente.
Tras seguir el rio y pasar junto a una caída de agua, nos desviamos a la izquierda donde desemboca una cuidada acequia. Ahora comienza una empinada subida que serpentea por la ladera entre cortijos de piedra para llevarnos de nuevo al pueblo.