¡Qué emocionante es guiar a los niños y niñas por la ruta de los Cahorros! Emoción como sinónimo de percepción de belleza sorprendente; emoción como sinónimo de divertida aventura. El Municipio de Monachil debe sentirse orgulloso del estado de conservación de este sendero.
Y esta primavera el milagro callado del agua; las lágrimas frias que resbalan por las blancas mejillas de la sierra, que ya se ruboriza bajo el sol.
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