sábado, 8 de agosto de 2009

Escuchar palabras sencillas y explicadas.





Donde el castigo no existe y por lo tanto no puede ser utilizado como moneda de cambio, hablar claro y sentirse escuchado es el método.
En la asamblea nos organizamos, resolvemos y planteamos, abrimos el buzón de sugerencias y leemos las aportaciones de las familias escritas en la libreta viajera. Con actividades sencillas despertamos la curiosidad hacia el tema del día.
Además, es el momento de escuchar con los ojos y de hablar con las manos; aprendemos lenguaje de signos.

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