miércoles, 12 de noviembre de 2014

Recordando el Tranvía de la Sierra.

Este recorrido a sido una inmersión en los colores y olores del otoño de nuestros valles y sierras. Los colores aportados por los distintos arboles de hoja perenne y caduca se combinan con gran belleza en una paleta surcada por las impetuosas aguas del Rio Genil. En el cauce se mezcla la sangre incolora del Maitena, del San Juan, del Vadillo, del Guarnon, del Valdecasillas y del Valdeinfierno; sangre nacida del blanco de la nieve y que verdea todo lo que besa.

Partimos de Güejar Sierra bajando por la vereda de la Estación hasta la cola del Pantano de Canales, donde poco a poco se domestica al río que esculpió el valle que vamos a seguir. En la Central Hidroeléctrica "El Castañar" tomamos la vereda que pasa junto al restaurante La Fabriqilla, la misma que soportaba las vías del tranvía de la Sierra. Pasamos por el Río Maitena hasta llegar al Barranco de Río San Juan. Un sector del camino lo hacemos por el arranque de la emblemática Vereda de la Estrella. 

En esta ruta tenemos siempre muy presente el popular y querido Tranvía de la Sierra (1925 – 1974) uno de los pioneros en lo que a ferrocarriles españoles de montaña se refiere. Destacó por su carácter eminentemente turístico; su finalidad fue mostrar al público en general las bellezas de Sierra Nevada. 

Todo ello a través de un medio de transporte colectivo que generaría riqueza, a raíz del creciente interés por las actividades de ocio relacionadas con la montaña, mediante la construcción complementaria de hoteles y albergues. Aunque sus jardineras también transportaron el mineral procedente de las minas de la sierra. 

Algunos y algunas senderistas rememoran a este funambulista serrano. 

"Nos montábamos en Puente Verde y nos bajábamos en El Charcón; allí pasábamos la tarde comiendo tortilla de pimientos y filetes empanados. El viaje costaba 3 pesetas."

"El 18 de julio era muy típico montarte en el tranvía e ir a bañarte al Maitena. Los puentes no tenían barandilla y parecía que el tranvía volaba por el aire"

"En una ocasión, yendo a unas convivencias de verano con el seminario a el Hotel del Duque, la jardinera del tranvía que iba delante del nuestro descarriló. Nos bajamos y entre todos la metimos de nuevo en los raíles."

"Mi padre nos levantaba muy temprano para ir de domingo al Maitena en el tranvía. Se echaba una manta a la espalda que nos serviría de mantel. Mi madre cogía el cesto con la comida, el vino y la casera. Yo llevaba la sandía. Una vez allí hicimos una pipirrana en un lebrillo bien grande. Tuvimos que cruzar el río y quien sostenía en la cabeza el lebrillo con la pipirrana resbaló y ... los tomates, la cebolla y el pimiento regresaron a granada por el río"

"Dos lugares eran especialmente queridos cuando ibas en el tranvía: "los Túneles del diablo", donde habían abierto una ventana para ver el paisaje y la "Cañá de Anita"  una caída de agua. Cuando se acercaba la anunciábamos a gritos y asomábamos las cabezas para mojarnos"

La receta del día es un arroz a la cubana con un toque especial. 
Cocemos el arroz con agua abundante y sal. Lo escurrimos y lo lavamos un poco para quitarle almidón y que quede más suelto. Al tiempo pochamos en la sartén, a fuego, lento mucha cebolla picada y ajo. Le damos un hervor a las pasas para quitarle el exceso de dulzor. Lo mezclamos todo con el arroz. Con una taza vamos haciendo los cubiletes de arroz; lo acompañamos con un poco de tomate y un par de huevos fritos. 

No hay comentarios: