La formación es un elemento básico en una empresa que se precie, transcendental incluso. Requiere una transmisión de conocimientos e intenciones adecuada y, a ser posible, multidireccional. Hay que poner cabeza, corazón y tripas.
Realizarla con anticipación y buscando el esfuerzo compartido entre formador e informados es también básico.
Y una vez que esta jornada es pasado, el presente depende de los trabajadores. Es saludable masticar bien la información y tragarla a poquitos. Y, a partir de ahí, la curiosidad (esa que regaló siete vidas al gato) debe animarnos a buscar historias que complementen lo aprendido.
Gracias a Mari Carmen de Considera SL por acercarse al aula ambiental a compartir con nosotros sus ideas.
Y agradecemos a Carmen de la Ecocentral-Granada el recorrido que realizó, seguida de nueve atentos currantes, por las tripas de la dragona que devora basura para generar, a partir de ella, un aliento lleno de oportunidades.
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