sábado, 15 de septiembre de 2018

Un patrimonio para chuparse los dedos


Hoy hemos dinamizado un taller creativo del Patronato de la Alhambra y el Generalife con el que pretendemos acercarnos a un rincón vivo y lleno de cultura e historia que se encuentra encajonado y, lógicamente, eclipsado por la Alhambra y el Generalife, antigua almunia a la que pertenecen. Hablamos de las Huertas del Generalife, anteriores a la Alhambra y símbolo de la revolución agrícola y etnológica del mundo Andalusí.


¿En que ha consistido este taller en el que se realiza un maridaje entre la interpretación y la creatividad?

Primero nos acercamos a las huertas y las pasearemos con todos los sentidos alerta. Caminamos entre árboles y hortalizas, oliendo, tocando y saboreando los distintos manjares de estas paratas.


Estaban antes que la Alhambra y se han convertido en las únicas huertas cultivadas de manera ininterrumpida desde época andalusí hasta el siglo XXI.

Las únicas también, asociadas a un conjunto histórico, que preservan su identidad como un elemento más del valor patrimonial del entorno. Son cuatro y se denominan: Grande, Colorada, Fuente Peña y Mercería. Destaca su alto valor paisajístico y cultural. Suman una extensión de siete hectáreas, cultivadas según los patrones propios de la agricultura ecológica.

Los distintos sultanes de la dinastía nazarí mantuvieron esta almunia de época medieval valorada por su cercanía a la ciudad palatina de la Alhambra. La fertilidad de estas huertas, ubicadas en las faldas del Cerro del Sol, está condicionada por su orientación hacia el sur y por ser abundantes en albercas y fuentes. El agua procede del río Darro, transportada a través de la Acequia Real.


Es este rincón mágico situado entre la Alhambra y el Generalife, se han trenzado las mimbres para conservar semillas locales, oficios centenarios y métodos de cultivo tradicionales, los mismos que nutren relatos de viajeros o recogen los archivos históricos.


Cuando regresamos a la Casa de las Mimbres, donde iniciamos la mañana, nos ponemos manos a la obra y proponemos distintas actividades. Este lugar se denominaban como Casa de colonos, Casa de las huertas. Fueron mandadas construir por el corregidor de Granada, el Marqués de Cerralvo en 1550 para hospedar a los colonos que trabajaban en el Generalife y su entorno.


Recetas con tomates cherrys recolectados en las huertas del Generalife. Piruletas, cherrys con higos y pinchos agridulces son tres de las preparaciones realizadas.


Uniremos arte y cocina: estamparemos con frutas y verduras, colorearemos con especias disueltas en alcohol y realizaremos un collage con gran diversidad de pastas.

Montamos un simpático marca-páginas que nos invita a comernos los libros, con la pirámide nutricional de la dieta mediterránea en su dorso.

Y propondremos una serie de catas de miel, aceite, harinas y, para los más chicos, pondremos a prueba sus papilas gustativas con una cata de yogures de sabores.


Ha sido una bonita mañana, que repetiremos el 22 de septiembre, en la que nos sumergimos en nuestro patrimonio histórico y cultural, sin perder de vista los beneficios de la dieta mediterránea y las virtudes ambientales de la agricultura ecológica.

Fotos: Patronato de la Alhambra y Generalife / MD&M, S.L

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