Este viernes hemos finalizado el campamento urbano desarrollado en el Palacio del Almirante bajo la tutela del Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UGR.
A lo largo de la semana los vikingos y vikingas que, según cuenta la leyenda, permanecieron en esta casa palacio bajo la tutela del Almirante Aragón y Doña Leonor Manrique, nos enseñan muchas cosas de su cultura.
Con Freda realizamos un colgante de cuentas de arcilla y unas magníficas pulseras.
Olaf cocina con nosotros patatas vikingas con romero y pimentón.
Los conocimientos de Freydis nos ayudan a elaborar sales de baño y jabón artesanal.
Con el aventurero Bjorn nos divertimos con los juegos que aprendió en Canadá y en Groenlandia y realizamos un juguete inuit, el ayagaf.
Loky nos habla de los gigantes y manteamos a uno de ellos.
Sigur nos aterroriza con sus relatos sobre la serpiente de Midgard y nos enseña cual es para los vikingos el Arbol de la Vida.
Lagertha nos relata historias, nos lleva de paseo por el Albaycín y nos invita a una mañana de cine viendo "Como entrenar a mi dragón".
Finalizamos la semana con un buen banquete en el mirador de nuestro palacio.
Esta experiencia nos ha mostrado que este espacio y su entorno inmediato es un lugar maravilloso para desarrollar un campamento urbano.
Agradecemos a Rosa su labor al acompañar a todos los participantes en esta aventura, así como a los conserjes y al servicio de limpieza que nos han ayudado en todo lo que precisábamos. Y no queremos olvidarnos de las familias que han confiado en nuestro equipo de trabajo.
Tras tomar todas las medidas higiénicas necesarias relativas al Covid, se realizó una pequeña introducción donde se daba la bienvenida y se explicaba la esencia del encuentro y su dinámica.
En un mundo cada vez más digital, poníamos en valor lo más analógico, lo hecho con las manos, la artesanía que está en la base de nuestro desarrollo cultural.
Adelina, la ceramista, les mostró su labor con el barro. Les enseñó su trabajo y los asistentes realizaron un cuenco a través de la técnica del vaciado y manipularon la pella de barro en el torno.
Antonio, el cestero, enseñó distintos canastos realizados con fibras vegetales tan diversas, como el mimbre, el esparto, la palma o la médula de junco. Con este último material realizaron cestas y flores.
Juan Carlos, el maestro bordador, contó su oficio como bordador en tul o artesano del bolillo. Mostró algunas de sus obras de arte. Los participantes realizaron una trenza con la técnica del bolillo e iniciaron en bastidores un dibujo bordado en tul.
El este espacio cultural se realizan numerosas exposiciones y muestras de arte. Es el punto de partida de este escape room. En tres salas se han montado diversas galerías de arte. Los asistentes hacen tres grupos de menos de diez personas cada uno y entran en dichas salas.
Durante el verano, en distintas plazas de la ciudad y con la dinamización de Miguel Dumont, disfrutaremos de los ritmos latinos y las ruedas de bachata.
A lo largo de la semana los vikingos y vikingas que, según cuenta la leyenda, permanecieron en esta casa palacio bajo la tutela del Almirante Aragón y Doña Leonor Manrique, nos enseñan muchas cosas de su cultura.
