¿Cuántos cuentos, cuántos itinerarios, cuántas charlas habrán hecho
falta para conseguir a DAYLY 2.3 HPI?
Casi mejor no pensarlo; nos
olvidamos del esfuerzo y disfrutamos de nuestra nueva furgo hoy
adquirida.
Como es de segunda mano, Ester, nuestra piloto más experimentada, ha comprobado que todo esta en su sitio: tiene bocina, volante, espejitos, música, cómodos sillones y eleva lunas eléctrico. Perfecto.
Después de estar más de diez años repartiendo pescado en Alemania, se ha pasado una docena a nuestro lado, transportando de un lado a otro cargas insólitas. No se quejó de la sobria rotulación inicial ni de la actual más propia de una caseta de feria.
Sin lugar a dudas ha sido la mejor adquisición no humana de la empresa, dándonos un gran servicio.
Y lo que le queda, que respetando las limitaciones de sus achaques, seguirá currando a nuestro lado, formando parte del equipo de trabajo.
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