Imaginando un curso macanudo.

Iniciamos nuestro curso escolar. Dejamos atras, con satisfacción, los meses estivales donde naufragamos junto a los niños y niñas de las escuelas de verano en las costas de la novela de Robinsón Crusoe.

Y ahora nos centramos en un curso que esperemos sea macanudo. Reivindicaremos lo macanudo, lo que es excelente y admirable por ser extraordinario,  a la persona que es agradable y atento en el trato con los demás. Y para ello, en nuestros informes emplearemos las historietas que, bajo el título “Macanudo”  desde 2002 publica Liniers (Ricardo Siri) en el diario La Nación de Argentina.

 El humor que caracteriza a sus tiras es fresco, inocente e inteligente. Las tiras, en ocasiones francamente surrealistas,  deben ser leídas rebuscando en sus rincones o dejándose llevar porque en Macanudo, como en el arte y en la educación, a veces hay que elegir entre entender o sentir. Es un humor tan ingenuo que llega a sorprenderte por lo agudo de esa simpleza. Y todo esto, presentado a través de su mano de dibujante, que a veces juega con el lápiz, otras con la acuarela, el collage y todo lo que se le ocurra.

 
Muchos son los personajes que aparecen en sus historietas (duendes, ovejas, pingüinos, el misterioso hombre de negro, la vaca cinéfila, el traductor de nombres de película, el robot sensible, Oliveiro la aceituna, la bola troglodita, …)

Nosotros nos detenemos en Enriqueta una niña de la que los educadores podemos aprender mucho. Viste de azul y juega con su gato Fellini y su oso de peluche Madariaga. Lo pregunta todo y nos envuelve de la sabiduría sin complejos de la niñez.

 Su principal diversión es leer  libros, dedicarse a imaginar y disfrutar de la naturaleza. Nos invita a estar siempre en la edad de los ¿por qué?.