miércoles, 2 de diciembre de 2015

La Casa Forestal Bolones y el nacimiento del Darro.




Realmente la Sierra de Huetor es un entorno muy especial; accesible y misterioso, preñado de bellezas contrastadas, intersección de roca y verdores, de luz y umbrías. Una vez más, estas sierras y valles nos han enamorado.

Iniciamos el paseo en Huetor Santillán, junto a la Ermita de la Virgen del Pilar. Empezamos cuesta arriba por la calle Molino Alto, pasando junto a la Era Grande donde este pueblo cerealista, hasta hace tiempos recientes, hacia las faenas del trillo.

Caminamos hacia la Cueva del Señor, donde hacemos una parada para posar y recordar que las cuevas son un elemento característico de estos parajes. El agua es el alfarero de estos paisajes; una cuestión de física y química.

Nos dirigimos inicialmente hacia la Cueva de los Huesos. Después de una subida intensa rodeados de calizas blancas y erosionadas, tomamos una vereda estrecha a la izquierda, dirección Bolones. Es la única dificultad del recorrido.

La vereda transcurre a media ladera con unas vistas muy bonitas del valle del Darro y el Cerro del Maullo. De los matorrales mediterráneos que nos rodean destacamos el enebro de miera con sus rojos frutos. De ellos, por destilación, se extrae un aceite que se emplea para curar enfermedades de la piel. No debemos confundirlos con los del enebro común que aromatiza la ginebra.

Esta vereda nos conduce hasta el final de la pista que parte desde la casa Forestal Los Peñoncillos. Este camino es cómodo de andar y en el encontramos una abundante vegetación arbórea, entre la que se encuentran algunas sequoyas. No podemos resistir la tentación de abrazarlas para que nos transmitan su energía reposada.

Tras pasar al lado de una alberca nos encontramos con la Casa Forestal de Bolones donde nos comemos la fruta de media mañana. Es una pena observar su estado de abandono.

Continuamos la pista hasta llegar al cruce de caminos próximo a Los Peñoncillos. Seguimos caminando hacia la izquierda en dirección a la Fuente de la Teja.

Antes de llegar al Mirador del Darro nos desviamos a la izquierda por una vereda que nos va introduciendo en lo más profundo del valle. Son abundantes los quejigos y poco a poco el bosque mediterráneo se entrelaza con los árboles de ribera.

A través de un angosto barranco llegamos a el nacimiento del Darro en la Fuente de los Porquerizos. La caída de agua nos cuenta que este otoño ha sido bastante seco.

Desde allí continuamos por una cómoda pista forestal hasta coger el camino de la Acequia del Darro que nos conduce a Huetor Santillán.

Hoy la receta sale del la cocina de Toni: cerdo agridulce.
Limpiamos el lomo de cerdo y lo salpimentamos. En la olla rápida añadimos un vaso de azucar, otro de vinagre y otro de aceite. Lo removemos bien y añadimos un par de cebollas en cascotes. Colocamos el lomo y cerramos la olla. Cuando coge presión la dejamos unos diez minutos: la retiramos del fuego y cuando baja la presión y podemos abrirla, le damos la vuelta al lomo y repetimos el proceso durante otros diez minutos. Ya solo resta batir bien la salsa y cortar el lomo en rodajas finitas. 

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