lunes, 7 de diciembre de 2015

El Árbol de los recuerdos

Sería no solo entrañable, sino fundamental, que todos guardásemos en un rincón de nuestro baúl de los recuerdos momentos de nuestra infancia en los que escuchamos con admiración a nuestro abuelo o a nuestra abuela mientras nos cuentan historias sobre su vida.

No podemos negar que esta tradición oral, así como el respeto y la admiración por los más mayores, se esta perdiendo. Primero pasaron al olvido y ahora los recuperamos como si de una ONG se tratase para que nos ayuden a conciliar vidas laborales y familiares o a sacar nuestra maltrecha economía adelante.

Con esta propuesta, El Arbol de los Recuerdos,  intentamos poner en valor la relación intergeneracional basada en el cariño y el respeto.  Si nuestros abuelos y abuelas no cuentan sus “batallitas”, perderemos gran parte de la historia no escrita y de la experiencia no documentada. Y algo más importante, dejaremos de saber quienes somos en realidad.

La actividad la basamos en un cuento precioso de Mercé Company y Agustí Asensio.

“En el bosque hay una costumbre: el primer ser que nace el primer día de luna llena del año recibe como obsequio un esqueje del Árbol de los Recuerdos, del que será responsable para siempre.
En todos los bosques del mundo existe esta clase de árboles. Son los que guardan entre sus hojas los recuerdos de aquellos que los han plantado y cuidado. Dice la leyenda que si uno de esos árboles muere o desaparece, se pierde la memoria de la familia a la cual pertenece, y sus descendientes vagan perdidos sin saber que hacer, adonde ir, que comer, como vivir …”

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