
En este preciosa ruta por la
Sierra de la Yedra, afortunada, de nuevo, por el don mágico de la nieve, recorremos la naturaleza y un pedazo de nuestra historia. Visitar estas las trincheras de la Guerra Civil, escondidas más que nunca en el bosque mediterráneo, provoca que se entrelacen con nuestros pasos conversaciones sobre este tristísimo episodio de nuestra tierra.

En esta zona de la sierra los sublevados, en el frontero del
Peñón de la Mata los republicanos, uno de los frentes más sangrientos de la provincia de Granada. El Peñón de la Mata, un auténtico nido de águilas, fue la posición más inexpugnable y activo del Frente Republicano; esto supuso la muerte de numeroso combatientes de ambos bandos.

Comenzamos el recorrido en el cruce de la pista forestal que sube a la
Dehesa de la Alfaguara y la que va hacia
La Fuente de la Teja y la
Fuente de los Potros. Siguiendo esta pista, a pocos metros sale un desvío a la izquierda que nos conduce hacia las
Trincheras de la Sierra de la Yedra.

Estas trincheras dominan el valle que desde el
Cortijo de CariAlfaquí alcanza Cogollos Vega y dan cara al
Peñón de la Mata y al
Majalijar. Construidas con cemento y piedras del lugar, la vegetación ha crecido tanto que las oculta casi por completo y la nieve contribuye a su camuflaje. No se descubren hasta que se tienen encima. Galerías, nidos de ametralladora, túneles, troneras... son impresionantes.

Primero visitamos y rodeamos las trincheras del cerro de la derecha y luego trepamos por una bonita vereda entre encinas y quejigos al
Cerro de la Yedra, que nos queda a la izquierda, para ver las trincheras que se esconden en su cima.

Junto a las del
Llano del Fraile, de
las Veguillas y del
Maúllo formaban un cordón defensivo en torno a la Alfaguara y a las alturas que protegen Alfacar, Víznar y Granada. Se construyeron por los militares sublevados y son pequeñas fortificaciones, no simples zanjas en el suelo.

Retornamos a la pista de la
Fuente de la Teja y, tras un kilómetro de leve bajada, nos desviamos a la izquierda de nuevo por una vereda que nos lleva hasta las
trincheras de los Llanos del Fraile. Desde aquí una senda que, entre pinos, nos conduce en descenso hacia la pista que nos llevará al
Cortijo CariAlfaqui.

Tenemos que dar los pasos con tino debido a la nieve que ocasionalmente la cubre. Los senderistas se ayudan unos a los otros preocupándose tanto por sus pasos como por los del compañero.

Y haciendo gala de una gran solidaridad y compañerismo llegamos a la pista. La tomamos a la izquierda y pronto nos encontramos en el cortijo, donde las vacas nos miran con asombro y curiosidad. Entre los musulmanes un
alfaqií es un maestro, un sabio de la ley islámica.

Seguimos la pista junto al
Río Bermejo y la
Acequia del Fardes. Al llegar a un nuevo cruce de caminos nuestra opción es de nuevo la izquierda, es decir, ignoramos el camino hacia Cogollos Vega y nos dirigimos a Nivar. Es el
Camino de la Esperuela que, antes de llegar al pueblo, pasa junto a la
Fuente de Nivar.

Y así llegamos a nuestro destino observando a nuestra derecha la
Peña del Bartolo donde se encuentra
el yacimiento del Castillejar de Nivar.