Senderismo Casa de Porras. La Vega.

Comienza el módulo II del curso de senderismo de Casa de Porras. Como estamos confinados dentro del municipio, damos un paseo por la Vega de Granada. 

Los dos grupos, guiados por Oscar y por Cesar, realizan una ruta similar de unos 12 kilómetros y con desniveles acumulados muy bajos, ya que caminamos por llanura aluvial de la Vega con alturas entre los 650 y los 720 m. 

Este paseo por nuestra Vega, sigue el trazado de la acequia Tarramonta. Pasamos por tres cortijos vegueros: Montesanto, Cámara y El Pino, y nos tomamos un refrigerio en el Aula Rural de Ciempiés. La Vega viste de invierno. En el suelo oscuro, esponjoso y generoso en agua encontramos habas, ajos, coles... Y hazas donde los espárragos esperan el calor de la primavera para verdear.

Partimos del Museo Memoria de Andalucía; recorremos el parque Tico Medina que lo delimita y pasamos bajo la circunvalación para dirigirnos a la ribera del Monachil. Recorremos su margen hasta llegar al Genil, donde tomaremos la Vereda de la Requica.

Pronto nos encontramos con la Acequia Tarramonta que nos conduce hasta el final del Camino del Baño. Pasamos junto a un secadero de palos condenado al olvido, rodeado de hileras de ajos.

 

Cruzamos la carretera llamada “del Barco” y, por el camino Viejo de Cullar, llegamos al antiguo Cortijo de Camara. Seguimos la acequia Tarramonta hasta llegar al río Dílar; recorremos una de sus márgenes flanqueados por altos cañaverales. 

Por el camino de Ambróz retornamos, pasando por el Cortijo de la Huerta de Montesanto; desde allí caminamos al Cortijo del Pino. En el Aula Rural de Ciempiés hacemos una parada.

Por un ramal nos acercamos al Pozo de Santa Clara; nos fijamos en los respiraderos que susurran la leyenda de un pocero que no tuvo fortuna.   

Cruzamos de nuevo la carretera del Barco y tomamos un camino que de nuevo sigue el trazado de la Tarramonta. Llegamos así a la Vereda de la Requica hasta llegar, con las botas embarradas, a Granada.