viernes, 21 de julio de 2023

Escuela de Verano en el Sierra Nevada (IV)

Finaliza la cuarta semana de la escuela de verano en la que la escuela Sierra Nevada se ha convertido en un pedacito de Fantasía en el que vivir las aventuras de la Historia Interminable.

Los lunes nos organizamos dando la bienvenida a los nuevos y nuevas fantasios y fantasias. Y a lo largo de la semana realizamos retos que nos hacen merecedores de portar el auryn y defender nuestro mundo de la nada, de la falta de ilusión e imaginación. 

Como buenos Pieles Verdes de la tribu de Atreyu, somos grandes deportistas. Y lo demostramos haciendo acrobacias imposibles. 

Pero además somos grandes artistas y cada semana nos centramos en un paisaje de esta historia sin fin. En esta ocasión representamos el mar de Niebla y la Ciudad de Mimbre donde viven los yskalnaris. Con estampación y el collage de trocitos de madera representamos el siguiente lugar: 

Y sucedió que un día llegó a la orilla del mar. En cualquier caso, así lo creyó al principio. Era una escarpada costa rocosa aquella en que se encontraba y ante sus ojos se extendía un mar de olas blancas y petrificadas. ¡Era el Mar de Niebla!

Bastián anduvo unas horas y llegó hacia el mediodía a una pequeña ciudad que se hallaba en el Mar de Niebla, sobre altos pilotes, un poco alejada de la costa. Todas las casas estaban hechas de una especie de trenzado de mimbre, unas de un trenzado basto, otras de uno fino… Hasta el suelo de las calles era del mismo material, incluso el vestido de la gente era de mimbre. 

Y sabemos la importancia de que el Mar de Hierba no sucumba a la Nada. Por eso realizamos bombas de semillas con papel de periódico, turba y semillas de perejil. 

El cambio climático está provocando que los veranos sean cada vez más calurosos; ni los fantasios más dementes son capaces de negar esta evidencia tan científica como los quehaceres de Enguivuck. Por eso ahuyentamos el calor con la fuente del parque y nuestros refrescantes juegos de agua.

Disfrutamos de su frescor sin desperdiciarla. 

Otra actividad que realizamos es un caracol de carreras de los que montan los diminutenses. Lo hacemos con pasta de sal obtenida del Mar de Lágrimas que rodea la ciudad de Plata. 

Y hablando de esta ciudad, de Amarganz, aquí se celebra un torneo de trovadores que danzan, cantan, cuentan historias y tocan instrumentos. Nosotros no vamos a ser menos y brincamos, entonamos canciones y manejamos instrumentos musicales tan difíciles como el chelo. 

Nos preparamos una inicial de nuestro nombre para colgarla en la habitación; así no nos olvidaremos de fantasía. Usamos las letras con las que se inician los distintos capítulos de la Historia Interminable que van de la A a la Z.

Y así finaliza esta semana en la que disfrutamos de la compañía de los amigos y amigas y aprendemos a divertirnos juntos.

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