Aunque nos hemos sumergido en la Historia Interminable, en nuestro mundo real todo tiene un final, o al menos un punto y aparte. Llegamos así al final de la escuela de verano en la escuela Sierra Nevada.
Esta última semana la exprimimos al máximo, intentando apurar los últimos días del verano. Pronto, este entorno de Fantasía se convertirá de nuevo en nuestra escuela, también un espacio mágico en el que seguir imaginando.
Cómo en los turnos anteriores, la primera jornada la dedicamos a conocernos, a sentirnos como una tribu del Mar de Hierbas, la tierra del pequeño gran Atreyu.
Y como estamos viviendo entre las páginas de esta inolvidable novela, nos elaboramos un divertido marcapáginas. Nos invita a devorar un libro tras otro.
Y a lo largo de la semana realizamos multitud de actividades, siempre con los paisajes de Fantasía como horizonte.
Elaboramos así un cuadro de Amarganz, la Ciudad de Plata. Está rodeada por el Mar de Lágrimas vertidas por los Ayayais, responsables de las maravillosas casas argenteas que la forman.
El mar lo creamos con témperas que mezclamos con sal; y en medio construímos con papel de aluminio la brillante ciudad.
Los Ayayais eran los seres más tristes de Fantasía debido a su fealdad. Y Bastián los convirtió en las Polillas Payaso, dispuestas a hacer piruetas y a reír sin parar. Y eso mismo hacemos nosotros moviendo el cuerpo de mil maneras al ritmo de la música.
Pero hacer bobadas sin fin no es un buen objetivo; hasta las polillas payaso se dieron cuenta de ello. Por eso hay que saber parar y concentrarnos en otras tareas. Desarrollamos la atención y la creatividad con un taller artístico con piezas de playmais. Estas piezas que se unen sin pegamento, solo con agua, son totalmente biodegradables ya que están hechas de fécula de maíz.
Es una herramienta muy ecológica para poner a prueba nuestra imaginación artística.
El maíz era un cultivo que podría aparecer en el Mar de Hierbas, la tierra de los Pieles Verdes en las que se crió Atreyu.
Esta tribu eran cazadores de los búfalos purpúreos con los que soñó este personaje de la Historia sin Fin. Para ello precisaban de gran puntería. Nosotros la ponemos a prueba con distintos juegos.
Y como todavía hace calor, nos refrescamos con los juegos de agua. Intentamos gastar poquita ya que es un elemento vital que debemos cuidar gota a gota.
Hacemos pompas de mil formas, carreras locas con esponjas y mochos de fregona o nos arrojamos vasos de agua para empaparnos bajo el sol.
Terminamos el turno con bailes y canciones, como las que se realizaban en esa ciudad que hemos plasmado en nuestros cuadros, el lugar donde viven los amargancios.
Solo resta dar las gracias a las familias de la escuela que han confiado en el equipo de trabajo de Ciempiés para dinamizar este espacio que pretendía no solo conciliar, sino conseguir que estos maravillosos fantasios y fantasias atesorasen bonitos recuerdos.
Nuestro agradecimiento sincero al AMPA La Nieve y el deseo de que este curso sea el más bonito que podáis imaginar y alcanceis vuestro sol.
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