Las primeras veces que trabajamos en este cole, nos llamaba la atención lo complejo que resultaba recordar su nombre. Pero al poco tiempo nos dimos cuenta que lo realmente extraordinario era lo que había detrás de su denominación: un colegio mimetizado con el barrio, un espacio que se adapta con esfuerzo, constancia y profesionalidad a las necesidades de las familias con las que conviven.
Hoy han abierto sus puertas a familias de niños y niñas aún no escolarizados, muchos de ellos procedentes del Centro Infantil Virgen del Pilar también del barrio. Aunque, ciertamente, sus puertas están siempre abiertas.
Y han contado con nosotros para montar una serie de actividades de ocio para los pequeños y pequeñas y sus familias.
Empezamos con un teatro de marionetas, "El Gatazo, el Ratón guasón y la Mosca pesada". Es una historia muy sencilla que pone en valor el cuidar el lugar donde vivimos y, sobre todo, a la gente con la que lo compartimos.
Luego preparamos entre todos unos deliciosos y saludables pinchitos de fruta. Ya el ogro come-frutas nos contó que si queríamos estar fuertes un sanos teníamos que devorar manzanas, plátanos y mandarinas.
Después jugamos con el paracaídas. Grandes y pequeños juntamos nuestros esfuerzos para mover de mil maneras esta tela de colores. Y al finalizar llegó un duende muy cabezón y simpático, que como era jornada de visita, pues allí estaba viendo el cole.
Hicimos tres grupos que fueron pasando por distintas estaciones. En dos de ellas hicimos juegos cooperativos, los juegos del Gatazo y del Ratón guasón. Y en la tercera, pintamos con la Mosca pesada un precioso mural cooperativo. Sobre el mosaico el lema del cole: "Para ti no hay nada imposible"
Al final, apareció Plastichín, el contenedor más amarillo y famoso de Granada. Vino a saludarnos y a recordar la importancia de tener el barrio más limpio.
Y así finalizó esta laboriosa mañana donde todas las puertas estuvieron abiertas menos las de nuestra furgoneta.
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