Datos de la ruta:
En imágenes:
Breve descripción:
Ruta por la Sierra de la Almijara, en el valle del río Cebollón que nace de la unión de las aguas aportadas por los barrancos de la Culebra y de las Alfajas (Monticana). Su nacimiento está en la cascada bajo el puente de la Monticana. Desde aquí discurre durante unos 10 km en dirección noroeste hasta cerca de La Resinera donde se une al vecino río Algar para acabar ambos tributando sus aguas al río Cacín y terminar en el cercano pantano de los Bermejales.
Comenzamos en la La Resinera de Fornes (Arenas del Rey, en la cola del Pantano de Bermejales). Pronto cruzamos el puente sobre el río Cacín y nos adentramos en un fresco paraje. En un primer cruce tomamos izquierda, siguiendo el GR7 de Jayena y abandonando el cauce del Cacín para adentrarnos por un camino que circula entre las aguas del Cebollón y unas altas cárcavas calcáreas.
Pasamos junto a una antigua calera. Tomamos un atajo para ahorrarnos una curva de la pista forestal y alcanzamos otro cruce donde hay un cartel informativo sobre la actividad de los resineros. La Resinera de Fornes estuvo en funcionamiento desde 1902 hasta 1976. Se dedicaba a la extracción de resina y madera de los montes de la Sierra de la Almijara.
En este punto abandonamos el camino principal y tomamos un sendero que por la derecha en suave descenso y tras cruzar una barrera, nos acerca al lecho del Cebollón por los conocidos Prados de Tito. Un poco más adelante aparece la Fuente del Berro. Seguimos avanzando hasta que llegamos al lecho del río tras dejar a la izquierda una cruz en honor a algún trabajador de la madera muerto en el monte y un aprisco abandonado.
A partir de aquí iremos ascendiendo por los caminos que discurren paralelamente al río. Es una vereda preciosa, en ocasiones oculta por la vegetación, con subidas y bajadas donde se funde el bosque mediterráneo con el de galería. Los helechos nos hablan de la humedad de este paraje. Los lirios son pinceladas de color.
Tras recorrer unos 7 kilómetros nos detenemos para reponer fuerzas. A la sombra del matorral mediterráneo nos asombra una pequeña planta muy colorida, el Hypocistis. Es una planta parásita polinizada por las hormigas cuyo nombre popular es "teticas de doncella".
El regreso lo hacemos inicialmente por el lecho del río, disfrutando de la sensación de caminar entre sus aguas. Pronto tomamos la vereda para regresar desandando nuestros pasos.
Es una ruta maravillosa que te transporta a paisajes antiguos e inolvidables.
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