jueves, 9 de febrero de 2012

El pirata que no temía al mar


Desde chico su corazón no latía como el del resto de los mortales, su ritmo era el de las olas incansables que rompen una y otra vez en el acantilado. Y siendo un marinero ya veterano, guardaba un secreto: buscaba con pasión el miedo al mar. Y por la barba ponzoñosa de pata-palo que lo encontró.

Regalar a un niño un cuento contado por el día de su cumpleaños es una costumbre sana, divertida y entrañable. Nosotros la practicamos en los cumples que se celebran en la ludoteca de la Huerta.

Felicidades Laura.

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