En esta ocasión, la idea propuesta por Raquel fue trabajar la perspectiva, representando en el papel una composición previamente realizada por ellos.
Una cocinita de juguete con las puertas a medio abrir y llena de objetos diversos en distintos planos fue el reto que pusimos ante el lienzo.
Los pintores y pintoras intentaron plasmar la perspectiva, los planos diferentes de luz y el color. Con ojos de niño abordamos algunos aspectos técnicos del dibujo.
El trabajo fue complejo, pero el resultado mereció el esfuerzo: la perspectiva en la cocina con nuestro toque visual personal.
Tras la dura tarea, dieron un paseo por el Parque García Lorca hasta el estanque de los patos. Como los pintores románticos, realizaron una acuarela de ellos; algunos estaban tan contentos con su visita, que fueron a saludarlos.
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