Esta ruta pretendía llegar a la Abadía del Sacromonte
pasando por San Miguel Alto. Pero la lluvia otoñal y el viento tarambana
obligaron a un cambio de planes. Dejaremos los libros plúmbeos y el Cerro del
Aceituno para otra ocasión.
Nuestros diez kilómetros de ruta urbana transcurrieron
siguiendo el curso del Genil desde el Centro de Día hasta el final del Paseo de
la Bomba. Allí
dejamos lo que en el pasado fue vega y ribera para subir al pie de monte.
Las sucesivas cuestas de Molinos y el Caidero nos alzaron hasta la calle del Niño del
Rollo que nos condujo al Castillo del Mauror o Torres Bermejas. Bajamos por la
vereda llena de encanto y de sombras vegetales a la Cuesta de Gomérez. Desde
allí callejeamos para cruzar el Darro y subir otra cuesta, esta vez la del
Chapiz.
Y entre el Albaycín y el Sacromonte llegamos a la Cruz de Piedra y a la de la Rauda, donde decidimos que
ya nos habíamos mojado bastante.
Dejando al fondo la ermita de San Miguel Alto bajamos por el
Albaycín disfrutando de la tregua que nos dieron las nubes y de los tímidos
rayos de sol. Placetas, miradores, callejuelas y muchos aljibes nos obligaron a
detener, de vez en vez nuestros pasos. El agua que antes repiqueteaba en los
paraguas, la imaginábamos ahora refugiada en el Aljibe del Paso, la Vieja, las Tomasas, el Polo,
Bibalbonud, el Trillo, …
Y hubo también un rincón para anécdotas y leyendas de este
barrio lleno de historia y de historias. La más mágica el buen humor y talante
de estos senderistas a los que la lluvia no borró su sonrisa.
Y ahora la receta de la semana aportada por María: truchas
rellenas acompañadas por alcachofas meladas:
Hacemos el relleno pochando cebolla bien picada en la sartén
y, cuando este doradita, añadiendo trocitos de jamón. Limpiamos bien las
truchas y llenamos el buche con el relleno. Colocamos en la bandeja del horno
cebollas y patatas en rodajas con un chorro de aceite de oliva y medio vasito
de vino. Cuando están casi hechas, colocamos las truchas en la bandeja, les espolvoreamos un poquito de pan rallado por encima y al horno.Las acompañamos con corazones de alcachofa que dejamos hacer a fuego muy lento en un cazo completamente cubiertas de aceite de oliva.
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