En educación no formal, en ocasiones nos pasamos de frenada proponiendo actividades excesivamente complejas para la edad y en otras ocasiones pecamos de falta de confianza denominando imposibles a acciones deliciosamente factibles.
Las fotografías de esta entrada ponen en evidencia que los niños y niñas de 5 años del ciclo de infantil pueden subir muy alto. Más de uno ha torcido el gesto cuando proponemos que con esta edad una actividad de interpretación ambiental muy bonita es caminar desde Puerto Lobo a lo alto del Cerro del Maúllo en la Sierra de Huetor. Pero no hay nada que torcer por que es un gran acierto al alcance de sus capacidades e inquietudes.
Su motivación se ilumina, nada más decirles que subirán una montaña mientras les contemplan con admiración zorros escondido tras los majuelos o ardillas encaramadas a la copa de los pinos. Vencer el miedo a tumbarse en el suelo, ver las setas, abrazar un árbol, deshacer un tapaculos entre sus dedos, descubrir el suelo bajo las pinochas, meter el dedo en la oquedad labrada por el picapinos, oler distintas plantas aromáticas, darse cuenta que al golpear esas piedras huele a peo (la aerofagia de las dolomías)... pequeñas aventuras que constituyen una grata experiencia.
Y caminar por las trincheras del Maúllo, meterse en el oscuro nido de ametralladoras para después alzarse a lo más alto para contemplar el paisaje, estamos seguros de que será una vivencia para recordar.
¡Si se puede! Y hoy lo han demostrado los pequeños y pequeñas senderistas del CEIP Francisco Ayala de Ogijares.
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