Esta mañana la Sierra de Huetor era un paraíso. La primavera explotaba emitiendo un verdor intenso y nuevo. El campo olía a ropa limpia.
Para convertirlo en un momento inolvidable, solo faltaba añadir a la belleza del paraje la calidez de nuestros amigos y amigas del Centro Ocupacional Antonio Callejas de Santa Fe.

Como siempre, ha sido un placer compartir un pedacito de vuestra vida.
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