jueves, 31 de enero de 2019

Haciendo fácil lo difícil.


No es fácil pero, lo conseguimos. ¿Por qué? Pues por que tenemos mucha experiencia y talento. ¡Ole! La modestia para quien la precise.

Más de sesenta niños y niñas de 3 a 6 años. Sentados en sillas, mesas y en el suelo. Todos bien apretaditos en una clase más bien pequeña. Y encima, muchos con los chaquetones puestos y la calefacción a tope. Entre el escenario y la primera fila apenas un metro. Una historia por contar que dura unos 45 minutos.

¿Será posible qué estén atentos todo ese tiempo? ¿Qué participen? ¿Qué se rían? ¿Qué entre jijis y jajas puedan esconderse mensajes de los que aprendan? ¿Qué las maestras salgan contentas y te den la enhorabuena?




Pues ocurrió, como suele ser habitual. Y es que las marionetas y el cuenta-cuentos no sólo son de trapo.


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