En el solsticio de invierno solemos perder la cabeza y consumimos compulsivamente, comiéndonos la Tierra como si fuese un pedacito de mazapán. Todo se piensa a lo grande, sin importarnos la huella ecológica de nuestras acciones. Y si nos descuidamos, es más importante el envoltorio que el contenido.
¿Cómo sería una navidad minúscula pero centrándonos en lo realmente importante? ¿No habíamos aprendido es esta pandemia la diferencia entre lo esencial y lo accesorio, la importancia de cuidar nuestro entorno? Es evidente que el cambio climático es la consecuencia y el consumismo compulsivo la causa.
Os animamos a enfocar estas fechas con la sencilla y pequeña mirada de un escarabajo pelotero navideño. Ellos encuentran vida en lo que nadie quiere, hacen pequeñas bolas navideñas que serán la cuna de su descendencia, convierten los residuos en vida para sus prados. Eso sí que es sostenibilidad y economía circular. Estos pequeños insectos no son ecologistas de pegatina.
En esta actividad propondremos a los niños y niñas una Navidad más sostenible y respetuosa, un Papa Noel verde y no rojo, un reno con la nariz iluminada con una bombilla led, unos Reyes Magos que se desplazan en camellos no contaminantes.
Nuestro simpático escarabajo pelotero navideño nos invitará a realizar multitud de talleres que fomentan el hazlo tú con materiales sencillos o reutilizados.
Repostería navideña, instrumentos para villancicos, adornos para el arbolito, papeles de regalo personizados, cosmética natural para el invierno, papiroflexia navideña...
Además, nos visitarán los divertidos y pequeños Elfos de los países nórdicos y realizaremos juegos de invierno y conoceremos tradiciones navideñas de otros lugares.
Y como no, como estamos en el aula rural, nos acompañarán los animales del corral y entraremos en nuestra huerta de invierno.
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