martes, 22 de octubre de 2024

Pequeños en la cima

En ocasiones pensamos que no pueden, que no son capaces, que son proezas mayores que su tamaño. Y los mantenemos entre algodones, sin tener la oportunidad del error o de la gestión de la frustración. Un reto significa ilusión y disciplina. Un reto significa aceptar el sí y el no. 

Ver a los niños y niñas de cinco años desenvolverse por el campo nos enseña. La dificultad de desplazarte por un suelo irregular y "sucio" como decía una mini senderista. El pánico que despierta una hormiga o el vuelo de un insecto. La resistencia a seguir caminando si las piernas notan cierto cansancio. Pero otros son cabras, auténticos investigadores de todo lo que desata su curiosidad; también auténticos primates con necesidad de lanzar y golpear. 


Y en la mayoría escasea la capacidad de escucha. Son peonzas a las que les resulta imposible detenerse, siempre dispersas en su rotación. Algo debemos estar haciendo mal. 

Pero al final subieron la montaña, retuvieron algunos mensajes, descubrieron por si mismos palos, piedras, plumas, piñas, setas, insectos, colores, texturas... Incluso levantaron la vista para percibir el paisaje. 


Esta mañana subimos al Cerro del Maúllo en la Sierra de Huétor con niñas y niños de 5 años de educación infantil del CEI Arco Iris.

La mejor aula es la que está al aire libre, no hay que ser pedagogo para tenerlo claro. 

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