La vega de luto

Ha muerto Luis, un agricultor, un maestro y un amigo. La vega, el Cortijo del Pino y "cien-patas", como el nos llamaba, están de luto. Vamos a echar mucho de menos a este hombre hosco que atesoraba bajo su cuero un tierno corazón. En ocasiones los afectos se le escapaban entre la comisura de su sonrisa o en el brillo de sus húmedos ojos. En las manos callosas llevaba las labores del campo y veranos e inviernos eran trazos escritos en su rostro. Valoraba el trabajo y las cosas importantes, esas que no apreciamos por nunca haber prescindido de ellas. Dio su vida por el cortijo que a su vez le dio la vida a él. Luis, igual que el pino caído, pertenecerá siempre a estas tierras.
Nos tenías mucho cariño y nosotros a ti. Oscar, Ester, César y "Rogelia" (nunca te aprendiste el nombre de Noelia a pesar de ser tu preferida) te estamos ya añorando. Cada vez que contemos la leyenda del pocero, cada vez que a la mano de un niño acerquemos un amocafre, te recordaremos y será nuestro humilde homenaje.