jueves, 8 de noviembre de 2012
La vega del Padul
Nuestro propósito de subir al Manar se vió truncado por las lluvias de otoño. El cielo parecía aplastarse sobre nuestras cabezas, permitiendonos un estrecho espacio vital entre las espesas nubes bajas y el suelo.
La Cruz del Cerro de la Atalaya era un destino imposible perdido en el gris. Así pues, decidimos caminar unos nueve kilómetros por la vega del Padul. El contraste entre el gris del cielo, la tierra negra de estos pagos y el verde encendido, dibujaban un precioso paisaje en dos planos paralelos.
Por le camino de los Molinos llegamos a la Fuente del Mal Nombre. Desde allí, estre viñas y huertas de otoño, oliendo a alcachofa y lluvia, caminamos hacia las Lagunas del Aguadero. En un observatorio nos detuvimos, más que ver patos patos, para zamparnos el almuerzo.
Y el monitor, como el hijo de la viuda, zampó de todo, que los senderistas son de lo más generosos: una almendrita frita, un trocito de chocolate, una manzana, un higo seco, un trocito de piña, una galleta, ... Y es que dicen que una mujer viuda tenía un hijo y dos hijastros. Como solo habían dos huevos fritos, ante la mirada inquisitiva del marido dijo: un huevo entero para cada uno de tus hijos y que el mío se aguante y solo se coma medio huevo de uno y medio del otro.
Con paso tranquilo escuchamos a las gallinetas, observamos las zambullidas de las fochas, el vuelo magestuoso de la garza real y el más desacompasado de los ánades reales. Ahora el aroma era el del marrubio.
Y así llegamos hasta el Ojo Oscuro y a la alberca de Palmones desde donde nos dirijimos al pueblo del Padul. En este trayecto llamó nuestra atención una enorme calabaza colgante con la que nos hicimos una foto.
Y esta vez la receta nos la da Dolores: escarola al ajo pollo. Troceamos la escarola y la cocemos con un poquito de sal. Mientras tanto, freimos un par de ajos, un puñao de almendras y tres rebanadas de pan. Con un chorro del agua de la cocción y una pastilla de caldo, lo pasamos todo por la batidora. Cuando la escarola esta cocida le echamos esta mezcla. Con el último hervor desacemos un par de huevos en esta sopa. Se come caliente.
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